Ha estado presente en todas las batallas educativas de los últimos diez años. Ha visto pasar directores provinciales del MEC, consejeros, directores generales, responsables de otros sindicatos... Pero el único que permanecía en la compleja escena educativa era él. Ahora va a dar el salto a Madrid. Carlos López Cortiñas (A Rúa, Orense, 1955) ha sido una de las voces más cualificadas de la enseñanza aragonesa durante los últimos diez años, y quizá por eso el Comité Federal de UGT le eligió ayer como secretario general de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza, el mismo cargo que ocupaba en Aragón, pero ahora a nivel nacional.

Durante estos años ha estado envuelto en cientos de conflictos educativos, pero siempre ha tenido la virtud de salir indemne y con la imagen de su sindicato más o menos intacta. Se trata de un negociador lo suficientemente duro como para no renunciar a lo irrenunciable pero lo suficientemente flexible como para saber ceder en el momento oportuno. Plantillas, interinos, itinerantes, directores, ratios... No siempre consiguió todo lo que reclamaban los colectivos, pero siempre pudo volver del campo de batalla con mejoras para todos ellos.

Su DNI dice que nació en Galicia, pero es aragonés de pura cepa. Hijo de maestros, lleva la enseñanza en las venas. Fue profesor de EGB en Pedrola, en Biota y en Ejea, hasta que llegó al colegio Monsalud, en Zaragoza. Pero en 1993 salió su otra vena, la sindical, y desde entonces era el máximo responsable de la Federación de Trabajadores de la Enseñanza de UGT en Aragón.

Tuvo momentos malos. Uno de ellos, hace dos años, cuando PSOE y PAR decidieron financiar el segundo ciclo de Infantil en los colegios concertados. Se trataba de una medida contra los principios del sindicato que al final hubo que aceptar, a pesar de las protestas y las huelgas. En ocasiones han sido difíciles los equilibrios entre la escuela pública y la concertada, ya que el sindicato está presente en ambas redes, siempre en tensión.

El Comité Federal sopesó ayer siete candidaturas y eligió la suya con el 82% de los votos. Va a Madrid respaldado (allí se encontrará con su amigo Jesús Membrado) y con la maleta cargada de experiencia. Cambiará el escenario, pero no los temas. Ahora tendrá sobre la mesa la paralización de la LOCE y la elaboración de una nueva ley. Ahí tendrá que volver a desplegar sus dotes de negociación.