La consigna "La lucha continúa" ha encabezado la tradicional manifestación del Primero de Mayo convocada en Zaragoza por los sindicatos mayoritarios, UGT y CCOO, en la que el llamamiento al voto progresista ha compartido protagonismo con las reivindicaciones laborales.

En esta marcha, en la que han participado unas 23.000 personas según fuentes sindicales y unas 2.500 según la Delegación del Gobierno, se han podido leer lemas como "Basta de estafa: derogación de las reformas laborales", "Blindemos las pensiones en la Constitución" o algunas propias de sectores como la enseñanza, que pedía "educación de calidad".

Aunque en esta fecha de reivindicación las miradas estaban también puestas en los representantes políticos que se han sumado a la protesta por parte del Partido Socialista, Ciudadanos, Podemos, Izquierda Unida, CHA o los municipalistas de Zaragoza en Común, entre otros.

Y es que, el Día del Trabajo coincide este año con la resaca electoral de las elecciones generales del pasado domingo y con la precampaña de los comicios europeos, autonómicos y municipales, momento clave para el que los líderes sindicales han llamado a "exigir desde la calle las reformas" y a "votar en las elecciones por opciones progresistas".

Así lo ha expresado en declaraciones a los medios el líder en Aragón de UGT, Daniel Alastuey, quien ha pedido que la movilización de los trabajadores continúe a falta de una "segunda vuelta electoral", que es a su juicio "importantísima".

"La Unión Europea es la madre de todas las políticas y hay que preservarla de las fuerzas de la ultraderecha. Por otro lado, las administraciones locales y autonómicas son las que prestan los servicios básicos a los ciudadanos y queremos que sean administraciones progresistas", ha especificado el secretario general de UGT en Aragón.

Una petición a la que se ha sumado su homólogo en CCOO, Manuel Pina, con un "llamamiento explícito" a la movilización en las urnas para propiciar mayorías progresistas que generen unas políticas "contra la precariedad y la desigualdad".

Eso sí, ha subrayado que pedirán al nuevo Gobierno que se cumplan los requisitos que ya habían negociado previamente con los socialistas antes de las elecciones y que pasan, fundamentalmente, por modificar los aspectos más negativos de la reforma laboral de forma inmediata.

Y ha hecho una advertencia a las fuerzas políticas que ponen en cuestión el autogobierno y la autonomía: no solo no contarán con el apoyo de los sindicatos, sino que los tendrán enfrente.

A esta manifestación que coincide con un contexto marcadamente político se han ido sumando diferentes representantes de grupos e instituciones aragonesas.

El primero en llegar, el coordinador general de Izquierda Unida, Álvaro Sanz, quien ha pedido la derogación de las dos reformas laborales y ha clamado por un "país digno para una vida digna".

Igualmente, para el presidente de Chunta Aragonesista, José Luis Soro, es necesario un nuevo marco laboral, mientras que existe además un asunto "pendiente y urgente": las pensiones dignas.

Desde el PSOE, la candidata a la alcaldía de Zaragoza Pilar Alegría ha recordado el compromiso de Pedro Sánchez de poner en marcha el nuevo Estatuto de los Trabajadores y "dilapidar" algunos aspectos de la reforma laboral del PP que "tanta precariedad ha generado".

Y puesto que las "recetas fracasadas del pasado" no sirven, ha considerado por su parte el diputado de Ciudadanos Javier Martínez, hay que apostar por una reforma laboral "contundente" basada en el consenso y con medidas nuevas.

"No dar ni un paso atrás y seguir reivindicando" ha sido el mensaje que ha transmitido la candidata de Podemos-Equo a presidir el Gobierno aragonés, Maru Díaz, quien ha hecho especial mención a las mujeres y al movimiento generado el 8 de marzo.

Un homenaje a la mujer trabajadora que también ha puesto de manifiesto el alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve (Zaragoza en Común), quien ha responsabilizado además de la precariedad en el trabajo a las reformas laborales.

Las movilizaciones del Primero de Mayo convocadas por UGT y CCOO se han extendido además Teruel, Huesca, Tarazona y Mallén y Andorra, mientras que las celebradas en la capital aragonesa por CGT y OSTA y por CNT han congregado a 600 y 130 personas, respectivamente, según fuentes de la Delegación del Gobierno.