La aprobación del Ingreso Mínimo Vital (IMV) ha sido recibida con los brazos abiertos por los sindicatos y las entidades de acción social de la comunidad. Sus portavoces han calificado de "muy necesaria" la nueva ayuda, más en un momento como el actual, con una crisis económica derivada de la pandemia que está haciendo estragos en miles de familias aragonesas. No obstante, sus portavoces han exigido al Gobierno que cumpla su palabra garantizando que el nuevo ingreso tenga carácter permanente y no sea solo una medida coyuntural por el coronavirus. Algunas voces han lamentado que la partida destinada al subsidio será "escasa" para paliar la situación de riesgo de exclusión en la que se encuentran muchos hogares españoles, al tiempo que han exigido al Ejecutivo autonómico que todo lo que se ahorre a partir de ahora en el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI) gracias al IMV se destine íntegramente a acciones sociales. La nueva renta mínima ha sido bien recibida incluso por la patronal CEOE Aragón, si bien ha insistido en que se debe garantizar que la ayuda se articule siempre "como puente hacia la búsqueda de un empleo".

Lo que aún se desconoce es la cifra de potenciales perceptores en Aragón. El director gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Joaquín Santos, aseguró el pasado lunes que "la inmensa mayoría" de los que ahora reciben el IAI podrán beneficiarse del IMV. No obstante, reconoció que la cifra de personas que recibirán el nuevo ingreso mínimo "será más amplia". Actualmente, casi 8.000 familias aragonesas perciben el IAI, una ayuda de la que, según datos de la DGA, se benefician 18.726 personas, casi 5.000 de ellas menores.

Por otra parte, la consejera de Ciudadanía y Derechos Sociales de la DGA, María Victoria Broto, señaló hace unas semanas que desde el Ejecutivo autonómico se estaba estudiando modificar el IAI para que se pueda "complementar" con el nuevo ingreso mínimo y llegar así "al mayor número de población vulnerable posible". En efecto, en el borrador del IMV se indica que este será "compatible" con el cobro de otro tipo de rentas otorgadas por las autonomías.Lo que ahora habrá que determinar es cómo se articula todo esto, si bien queda claro que el IAI no desaparecerá.

En este sentido, el líder de UGT Aragón, Daniel Alastuey, ha apuntado que ahora debe llegar "un periodo de reflexión y análisis" porque el nuevo ingreso mínimo "debe ser la base para que se recompongan los subsidios que conceden las comunidades". "No debe ser incompatible, pero lo que está claro es que la DGA se ahorrará parte del dinero que destinaba al IAI, unos fondos que deberán seguir yendo a acciones sociales", ha señalado. Alastuey ha puesto como ejemplo que quizá parte de esas partidas se podrían destinar ahora a reducir la brecha digital en los hogares con menos recursos para que los escolares puedan seguir las clases on line. "Es solo una idea, pero esto es lo que hay que analizar", ha añadido.

En líneas generales, el líder de UGT ha valorado de forma "muy positiva" la aprobación de la nueva ayuda y ha insistido en que se debe garantizar su carácter permanente para intentar que la desigualdad no siga creciendo a tanta velocidad. Respecto a la dotación presupuestaria, ha reconocido que le hubiera gustado que fuera mayor, "pero lo importante ahora era establecer el derecho al nuevo subsidio, ya habrá tiempo para mejorarlo".

Por su parte, el líder de CCOO Aragón, Manuel Pina, sí ha lamentado que la cuantía es "escasa", lo que dejará fuera todavía a muchas personas en situación de vulnerabilidad. "Nuestra propuesta era más ambiciosa; el ingreso que se ha aprobado está muy vinculado al núcleo familiar y por ejemplo ningún joven que viva en casa de sus padres o que comparta piso la podrá recibir", ha indicado Pina, que ha subrayado que la ayuda era "totalmente necesaria": "Había colectivos que no estaban cubiertos por ninguna prestación y eso no podía ser".

En esta misma línea se ha manifestado el presidente de Cáritas en Aragón, Carlos Sauras, que ha advertido de que las administraciones deben ser ahora "muy eficaces" para "combinar" el nuevo ingreso con los subsidios autonómicos. Además, ha señalado que si se quieren cumplir los plazos marcados habrá que ser "muy ágil".

La patronal CEOE Aragón ha indicado que la ayuda aprobada, "lejos de lo que parecían augurar otros anuncios", es una medida que "va en línea con lo que dicta la lógica económica" y que es "adecuada especialmente en situaciones como la actual". "Un país como el nuestro no puede dejar a nadie atrás y, por tanto, debe tener ayudas para las personas que estén atravesando situaciones difíciles, pero con vocación y articulada como puente hacia la búsqueda de un empleo que garantice el sustento y, por tanto, dejar de necesitarla y percibirla", ha señalado el presidente de la patronal, Ricardo Mur, que ha subrayado que se trata de ayudar, "pero evitando incentivar que se dependa de una ayuda pública, salvo en casos excepcionales".

Los subsidios que hay ahora en Aragón

El nuevo Ingreso Mínimo Vital (IMV) llega para «complementar» los subsidios que conceden las comunidades autónomas a las personas en riesgo de vulnerabilidad o exclusión social. En Aragón, básicamente hay tres: el Ingreso Aragonés de Inserción (IAI), las Ayudas de Integración Familiar y las Ayudas de Urgente Necesidad (estas últimas las concede el ayuntamiento).

El IAI es el que llega a más familias. Actualmente, casi 8.000 hogares aragoneses lo perciben y las cuantías van de los 491 a los 736 euros. Este subsidio no desaparecerá aunque ahora parte de los fondos serán sufragados por el Estado a través del IMV. Las Ayudas de Integración buscan mantener la unidad familiar, evitando que la escasez de recursos derive en un internamiento de los menores. Las de urgente necesidad tienen una cuantía reducida y son para cubrir necesidades básicas.