Los sindicatos acusan al Salud de haber demorado las labores de mantenimiento del cartel del hospital Clínico que se desplomó el pasado jueves y que cayó sobre una persona que salía del centro al que causó heridas de gravedad en la cabeza.

Varias organizaciones sindicales aseguran que el letrero acumulaba ya tres semanas --desde el 4 de enero-- descolgado de su ubicación habitual y tumbado sobre la plataforma situada encima de las escaleras de la puerta principal porque el Salud no había dispuesto todavía la partida presupuestaria para proceder a la reforma. "Faltaba la firma del responsable económico", dicen.

En este sentido, argumentan que las dificultades financieras y los recortes podrían haber impedido acometer las labores con una mayor celeridad, lo que habría prolongado la permanencia del luminoso en esa estancia provisional, desde la que cayó, supuestamente, empujado por el viento. "Existen muchos problemas por la falta de materiales y eso podría haber provocado, también, que se ralentizara el proceso y ampliar en demasía la tardanza en solventar los trámites para proceder al arreglo del cartel", opinaron fuentes sindicales.

EL SALUD LO NIEGA Desde el Salud, sin embargo, rechazan estos argumentos e insisten en que lo sucedido "nada tiene que ver con recortes". En ese sentido, la Administración sanitaria ha abierto una investigación para conocer qué ocurrió y los motivos por los que el cartel se desplomó. Las dudas alcanzan a que, en el momento de los hechos, el aire no soplaba con una fuerza especial y, además, la marquesina en la que se ubicaba disponía de un muro de contención.

En todo caso, el herido, un visitador médico de 43 años, continúa ingresado en la unidad de cuidados intensivos del Clínico y su evolución es favorable. Horas después del accidente fue intervenido quirúrgicamente de un traumatismo craneoencefálico y una rotura del frontotemporal. Si la evolución continúa siendo favorable durante el fin de semana, el próximo lunes podría pasar ya a planta. "Solo pensaba en salir cuanto antes del hospital, pero me empeñé en transmitirle que estaba en buenas manos y que iba a permanecer en el centro lo que fuera necesario", indicó el gerente del Clínico José Antonio Gil Lahorra minutos después del accidente.

Mientras, el letrero, de unos 15 metros de longitud y alrededor de 300 kilos, permanece, según fuentes consultadas por este diario, en un sótano del centro hospitalario, custodiado por un guardia de seguridad. A esa ubicación llegó procedente de la parte trasera de las escaleras principales, lugar en el que el personal de mantenimiento recogió el cartel tras haberlo apartado de la vía pública.