UGT, CCOO, CREA y Cepyme en Aragón consideraron ayer positivas las principales líneas del proyecto de presupuestos de la comunidad autónoma para el 2005 a la espera de conocer las cifras con detalle.

El consejero de Economía, Hacienda y Empleo, Eduardo Bandrés, presentó ayer el documento presupuestario, que asciende a 4.221 millones de euros, a los agentes sociales y económicos durante la reunión de la Comisión de Seguimiento del Acuerdo Económico y Social para el Progreso de Aragón (AESPA). La próxima semana, los consejeros comparecerán en las Cortes para explicar las cifras correspondientes a sus departamentos.

El secretario general de UGT-Aragón, Julián Lóriz, resaltó en declaraciones a Efe la orientación "positiva" del gasto en relación con el año anterior para reforzar las políticas sociales, las inversiones y la investigación y el desarrollo. Lóriz avanzó que en los próximos días UGT hará un estudio más pormenorizado en cuanto se conozcan las partidas concretas de los presupuestos.

Por su parte, Carmelo Asensio, economista del gabinete técnico de CCOO-Aragón, también destacó el hecho de que las grandes cifras experimenten un aumento del 7,9% con respecto al año anterior en partidas como el gasto social y las inversiones. Asensio destacó como favorable el incremento de la capacidad del gasto en los presupuestos del próximo año sin que ello suponga un aumento del endeudamiento de la Administración autonómica.

El secretario técnico de la Confederación de Empresarios de Aragón (CREA), José María García, indicó que, a la espera de conocer los datos del proyecto económico con mayor amplitud, los presupuestos son "coherentes" y presentan "un nivel adecuado de gasto social, sin desatender los gastos en inversiones productivas".

Por su parte, el secretario general de Cepyme en Aragón, Rafael Zapatero, estimó que, en las grandes cuentas financieras de la comunidad, "hay aspectos positivos y no hay objeciones que hacer". Zapatero destacó el incremento del ahorro corriente y la capacidad de financiación de la Administración de sus propias inversiones, lo que marca la solvencia financiera de las cuentas públicas.