Lo que pasará en septiembre es una incógnita y la vuelta al cole no se libra de la incertidumbre. El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha reiterado que el inicio de curso va a ser «problemático» y no solo porque se desconoce si el primer día de clase será presencial o desde casa. Lo va a ser también porque los sindicatos están dispuestos a llegar hasta donde haga falta si él y el departamento de Educación no redefinen la vuelta a las aulas, se comprometen a reducir la ratio en las clases de los colegios más saturados y a contratar más profesores, además de que se consideren grupos de riesgo. El primer sindicato en dar un golpe en la mesa ha sido CGT, que ha denunciando ante la Inspección de Trabajo al departamento de Educación por no «adoptar las medidas preventivas necesarias» en los centros educativos.

ESCENARIOS / Queda poco más de una quincena para que suenen las sirenas de los patios de colegio (el 7 de septiembre en Infantil y Primaria, y el 10 en Secundaria) y todo está en el aire porque será el coronavirus el que decida cómo se volverá a los centros escolares. Educación está preparando distintos escenarios sobre los que actuar en función de la evolución del coronavirus a sabiendas de que el inicio de curso va a ser «problemático y lo será hasta que llegue una vacuna», como admitió Lambán.

El presidente ya cuenta con que haya brotes en las aulas. «Queramos o no, el virus se introducirá tarde o temprano en algún aula y habrá que actuar con rapidez», ha declarado durante su visita a Graus. Donde más problemas de gestión prevén es en Infantil, ya que Secundaria y la universidad ofrece más posibilidades a la hora de combinar las clases presenciales con las telemáticas. Sin embargo, para los sindicatos no es suficiente y piden cuatro cosas: que se reduzca la ratio de alumnos, que se permita el desdoble de aulas en los colegios más saturados, que se contraten más profesores y que se incluyan en el grupo de riesgo.

CGT ya ha interpuesto una denuncia ante la Inspección de Trabajo contra el Departamento de Educación por no adoptar las medidas de prevención necesarias en las aulas. Desde el sindicato reconocen las «dificultades» que plantea programar una actividad educativa presencial en estas circunstancias, pero considera que «la inseguridad que se va a encontrar la comunidad educativa en el regreso a las aulas no se puede tolerar». Desde CSIF no barajan medidas tan duras, al menos hasta que comience el curso pero en el caso de que la vuelta al cole se haga en las condiciones planteadas actualmente no descartan adoptar decisiones más drásticas. «Ya denunciamos al ministro Illa por homicidio imprudente», recuerdan.

Según este sindicato, en Zaragoza se enfrentan a problemas de «saturación» los centros de los barrios del sur, como los de Valdespartera, Arcosur o Parque Venecia. «Deben permitir que haya desdobles de las aulas porque es arriesgado reunir a 36 alumnos de Bachiller a o 26 de Infantil en una misma clase. Eso no son grupos burbuja», critican.

UGT considera que el problema radica en «la falta de interés» y, sobre todo, «de invertir». «Desdoblar aulas exige contratar a más profesionales y más inversión en educación y la DGA no tiene intención de destinar más dinero. El problema es presupuestario», explican. CCOO también cuestionan los motivos por los que se están poniendo impedimentos a aquellos centros con espacios para desdoblar aulas, ya que permitiría minimizar los contagios. Defienden que las ratios en Secundaria debería estar comprendidas entre 15 y 20 alumnos máximo dada a la situación sanitaria actual.

El colegio La Estrella con 24 alumnos en un aula no podrá usar otras 4 vacías

El colegio público La Estrella, en el zaragozano barrio de La Jota, ha solicitado hasta en tres ocasiones al Departamento de Educación del Gobierno de Aragón autorización para desdoblar las aulas más saturadas del centro, sin éxito alguno. Según la Asociación de Madres y Padres (Ampa) del colegio, el Ejecutivo autonómico ha rechazado esta petición pese a que el centro dispone de aulas vacías que podrían ser utilizadas durante el próximo curso y reducir así los grupos más numerosos. Según explican desde el Ampa, hay clases con más de 23 alumnos que podrían reducirse a la mitad si así lo autorizase Educación. Claro está, sería necesario contratar a más profesores, lo que ocasionaría un gasto extra y motivo por el que, según los sindicatos, están denegando estas solicitudes. Desde la asociación manifiestan su «preocupación» por el inicio del curso y por las consecuencias que puede tener en las aulas, donde se prevén diversos brotes que afectarán al día a día del centro, por lo que «reivindican soluciones» que, por lo menos, permitan minimizar el número de contagios en caso de que haya un portador. Algo que sucederá y que admitió el propio presidente de Aragón, Javier Lambán. Desde el departamento de Educación siguen trabajando en distintos escenarios y este viernes el presidente se reunirá con la Federación Aragonesas de Padres y Madres (Fapar) para seguir trabajando en la tan temida pero necesaria vuelta al cole. Desde Fapar insisten en que se enfrentan a un escenario «completamente desconocido» y ante un virus tan cambiante que dificulta mucho la elaboración de una propuesta concreta sobre cómo debe ser el inicio del curso. Los profesores, por su parte, insisten en que los incluyan en los grupos de riesgo ya que van a estar rodeados de jóvenes, con una alta capacidad de contagio.