Alrededor de 500 niños de la comunidad podrán beneficiarse de nuevos sistemas de monitorización de glucosa, a los que también tendrán acceso las embarazadas diabéticas. Hasta ahora se han prescrito ya 91 dispositivos, que comenzarán a repartirse entre los solicitantes a partir de octubre. La herramienta mejorará sustancialmente el control de la enfermedad de estos pacientes, evitando los descensos repentinos de azúcar en la sangre y facilitando el seguimiento de la diabetes. A estos dispositivos podrán acogerse tanto pacientes de 0 a 17 años como para mujeres embarazadas con diabetes tipo 1.

Se trata en concreto de dos sistemas diferentes. Uno de ellos es el denominado Flash, que está compuesto de un sensor con un filamento subcutáneo y un receptor, que proporciona una lectura en el momento en que se pasa el receptor por el sensor cutáneo. Está indicado para pacientes entre 4 y 17 años que requieran múltiples dosis de insulina y más de 6 controles al día.

El otro dispositivo es para casos más graves, midiendo la glucosa en tiempo real. Un monitor lee los valores de la glucosa cada minuto, un sensor que se implanta por vía subcutánea y un transmisor que envía la información. Una de sus principales ventajas es que disponen de alarmas, que avisan en caso de hiper e hipoglucemias (subidas y bajadas del nivel de azúcar en sangre).

Está indicado en los pacientes entre 8 y 17 años que se hayan visto afectados por alguna hipoglucemia grave y por hipoglucemias inadvertidas. También para los menores de 8 años aquejados por este tipo de episodios o que tienen un mal control metabólico. Este es el sistema que se prescribe también a las mujeres embarazadas con diabetes tipo 1.

La solicitud de estos dos dispositivos la deben hacer los facultativos especialistas de las diferentes Unidades de Endocrinología pediátrica y de adultos de los hospitales del Salud.