La Sociedad Urbanística Municipal de Mallén (SUMM) ha solicitado concurso voluntario de acreedores debido a que acumula más de tres millones de deuda que la actual junta general, compuesta por la corporación, no puede saldar con los recursos propios del consistorio.

«La solicitud ya se ha presentado y registrado», confirmó ayer Rubén Marco, alcalde de la localidad por la formación Por Mallén y presidente del consejo que rige la entidad. «Ahora estamos pendientes del nombramiento de un administrador concursal que se haga cargo del proceso», añadió.

La SUMM es una herencia de la época en la que el socialista Antonio Asín fue alcalde de Mallén, cargo que tuvo que dejar en el 2014 presionado por una condena judicial a siete años de inhabilitación por un delito de prevaricación por el pago de dos facturas relacionadas con la promoción de un polígono industrial.

Además, este mismo año, la sociedad urbanística mallenera ha perdido un pleito ante varios particulares que se consideraron perjudicados en sus intereses en la permuta de unos terrenos que debían transformarse en solar. «Hemos tenido una serie de sentencias en contra que no podemos cumplir», reconoció Marco, en referencia también a los casos que todavía aguardan juicio por supuestos incumplimientos de la SUMM.

CRÉDITOS PENDIENTES

La sociedad municipal posee numerosos bienes inmuebles, desde parcelas industriales a terrenos rústicos, pasando por una nave que se utiliza como centro de ocio y local de las peñas.

El consistorio considera que este almacén es de gran importancia para la vida de la localidad, por lo que intentará obtener la propiedad una vez se abra el concurso de acreedores, según informó el primer edil.

De los tres millones a que ascienden los números rojos de la SUMM, una cantidad procede de las pérdidas y otra, por un montante de 2.210.298 euros, de créditos no amortizados.

En concreto, se trata de tres préstamos hipotecarios firmados en el 2007, en la etapa de Asín, por un importe de 2.700.000 euros, y que fueron destinados a costear la construcción del centro de ocio de Mallén.

En esta tesitura, con una sentencia contraria y más juicios en perspectiva de otros perjudicados, la actual corporación ha preferido solicitar el concurso de acreedores de forma voluntaria a verse atrapada en un proceso de difícil salida.