Los bomberos aragoneses y navarros sofocaron ayer por la mañana un incendio en las inmediaciones del embalse de Yesa, cerca del municipio abandonado de Ruesta, que gracias a la rápida intervención de los múltiples medios desplegados pudo atajarse cuando apenas había afectado a hectárea y media de pino negro y quejigo, según calculaban fuentes del Gobierno de Aragón. El fuego se dio por controlado ya por la mañana, aunque por la tarde permanecieron en el lugar una cuadrilla y una autobomba, para refrescar y prevenir posibles rebrotes.

El incendio se declaró sobre las 6.00 horas, cuando comenzaron a activarse los abundantes medios terrestres y aéreos que terminaron por acudir a la zona. Estos, según detalló la Diputación de Zaragoza (DPZ), incluían dotaciones de los parques de Ejea, Tauste, Tarazona y La Almunia, además de bomberos voluntarios de agrupaciones de Sos del Rey Católico, Zuera y la Jacetania.

Pero el dispositivo también contó con la participación de dos helicópteros y varias cuadrillas del Gobierno de Aragón, así como dotaciones de los parques navarros de Sangüesa, Tafalla y Cordovilla, apoyados por medios aéreos llegados de la comunidad foral.

ELÉCTRICO / Esta abundancia de medios, que responde a la estrategia fijada en los últimos años de desplegar el máximo posible desde el primer momento para atajar el fuego al inicio, contribuyó a que el fuego no se extendiera demasiado, y a lo largo de la mañana pudiera ser perimetrado y controlado. El origen no pudo ser precisado ayer, pero fuentes consultadas del operativo barajaban dos hipótesis probables: por un lado, la tormenta que se desató en la zona la noche del sábado al domingo, que aunque no fue muy fuerte pudo incluir algo de aparato eléctrico; por otro, la presencia de un grupo electrógeno que alimenta una antena de telefonía móvil en la zona.

Mientras los especialistas tratan de determinar la causa exacta del incendio, aparentemente fortuito, la extensión quedó poco menos que en un susto, pero también en un aviso de lo que podría haber pasado, simplemente con que hubiese comenzado en horas de más calor, indicaban las mismas fuentes.

No en vano, amplias zonas de Aragón permanecían ayer, y previsiblemente lo seguirán estando hoy, en prealerta roja por riesgo de incendios forestales. En esta situación se encontraban el Bajo Ebro Forestal, las muelas de Alcubierre, Valmadrid y Zuera, el Prepirineo Occidental, el Somontano Occidental y el Valle del Ebro. El resto de la comunidad, con algo menos de riesgo, tenía activada aun así la alerta naranja o amarilla por parte del departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad del Gobierno de Aragón. La situación de sequía, altas temperaturas y algunas rachas de viento fuerte hace prever un verano complicado para los incendios forestales en la comunidad, que mantiene a todos sus medios en máxima alerta.