Los alumnos de primero de Primaria matriculados actualmente en el CPI Soledad Puértolas, en el barrio de Valdespartera de Zaragoza, han comenzado este martes el curso en el CPI Valdespartera III. No se trata de una confusión, despiste o similar, sino de que no tienen sitio en su propio centro. Así, se les ha habilitado hueco en un colegio cercano.

A falta de que se licite el prometido edificio de Primaria, al Soledad Puértolas tampoco han llegado a tiempo los barracones que aparentemente iban a servir como solución provisional. Operarios sí había esta mañana trabajando. Pero sin noticias de los barracones. Resultado: no hay forma de dar clase a las niñas y niños de Primaria. Los de Infantil, que comenzaron el curso escolar el lunes, sí cuentan con un edificio con 12 aulas y una sala de psicomotricidad. Mientras, los más mayores tienen que educarse de prestado en el V-III. Este martes han comenzado los de primer curso de Primaria, mañana lo harán los de segundo y el jueves, los de tercero.

Los padres se han citado este martes en la puerta del centro educativo para protestar y reclamar a la consejería de Educación que cumpla con sus promesas. El proyecto del futuro edificio está cerrado desde el año pasado, pero las obras siguen sin licitarse. "Lo que es el colmo es que ni siquiera hayan traído a tiempo los barracones", comentaba esta mañana una madre, que curiosamente tienen una hija en edad infantil (sí tiene sitio en el Puértolas) y otra en Primero de Primaria (la tiene que llevar provisionalmente al V-III). No han faltado las voces (y los carteles) que han reclamado la dimisión del consejero Felipe Faci.

"Dejaremos los barracones toda la vida aquí, y ¿eso es educación de calidad?. ¿eso es preocuparse por nuestros hijos?", se preguntaba Rosa, madre de dos alumnos del centro. "Que dimitan si no saben hacer su trabajo", exigió. "Nosotros además de la pandemia tenemos que luchar contra esto, es horroroso, estamos hartos, nos están tratando fatal, la gente está decidiendo cambiarse de colegio", continuó.

"Creemos que nos están tomando el pelo, aparte que no entendemos por qué hay que hacer un colegio por fases, hemos estado dos años fuera de nuestro barrio y nuestro colegio y estamos en una situación que no sabemos qué va a pasar con nosotros", lamentaba Néstor Martín, vocal del AMPA y padre de una alumna del colegio.

Yolanda Luna criticó que la decisión de ser trasladado al V-III se tomó el viernes, cuando empezaban el martes, "y sobre por dónde tenían que entrar se informó ayer a las 23:45 de la noche, los niños se acostaron sin saber por dónde tenían que entrar", aseguró.