POR

ADRIANA OLIVEROS

Fue una inauguración de lujo, por el fondo y por la sencilla forma. La Sociedad de San Vicente de Paúl, madre de la Fundación Ozanam, celebró ayer la apertura de un nuevo proyecto social en el barrio (y calle) de San Pablo de Zaragoza. Un modesto local en el que muchos han arrimado el hombro y que ofrecerá formación a quienes lo necesiten. La presidenta nacional de la organización, Concha Tuero, y la directora del centro, Delia Rioja, encabezaron el acto, que contó con la directora general Gema Gareta, la responsable del IAM, Elena Allué, y la concejala de Acción Social, Carmen Gállego. Echando el resto estuvieron el presidente de CAI, Fernando Gil, el director de la Obra Social de Ibercaja, Román Alcalá, y Emi Balay, de BSH Electrodomésticos, tres entidades que han puesto perras y material para el centro. El vicario general, Francisco Martínez, bendijo el local, bendito ya por las intenciones que lo levantaron, dijo. Y empezaron los brindis, a los que se sumaron el máximo responsable de Ozanam, Ricardo López Cuesta, voluntarias, como las hermanas Ríos (de la tienda del mismo nombre), el párroco de San Pablo, Jesús Domínguez, miembros del comité del centro, como Pilar Balet y Carmina Herrero, la presidenta general de las Conferencias de San Vicente de Paúl en Zaragoza, Carmen Buitrago, y sus homólogas de las parroquias de Arrabal (José Bitrián), La Paz (Ana María Alcubierre), Almozara (Aurelia Romero), San Pablo (Margarita Guerrero), Santiago (Maria Luisa Garijo), Nuestra Señora del Carmen (Amalia Facerías)... El Cachirulo puso los manjares, para el cóctel solidario. Porque obras son amores... Y quienes las asumen, héroes a pie de calle. Chín, chín.