"Yo sola no puedo cambiar el mundo" no es una frase para María Pilar Comín Pueyo, natural del zaragozano municipio de Zuera e impulsora de la asociación Zuera Solidario. Desde principios de los años 80 se ha volcado con las labores humanitarias y desde este rincón de la provincia de Zaragoza ha logrado colaborar con decenas de oenegés en todas las partes del mundo. Ha ayudado en situaciones de hambruna, de guerra, a campos de refugiados, y siempre ha tenido el corazón dispuesto, incluso para las causas más olvidadas. Como la que le tiene implicada ahora: el orfanato en el que viven 50 niñas y jóvenes de Malawi y para las que están preparando compresas reutilizables.

"Ayudar a la gente me llena un montón y, desde que empecé de la mano de la asociación de vecinos a principios de los 80, me enganché y no he parado", reconoce María Pilar, que es un torrente de energía. "Seguí recogiendo cosas en mi casa: ropa, alimentos, materiales... de todo, porque todo se puede reutilizar y ser importante para alguien", afirma.

17 contenedores de ayuda

Y es que el reciclaje es clave en su labor humanitaria: no recoge dinero de nadie y procura dar una segunda vida a todos los materiales que llegan a la asociación. En su último proyecto, las telas viejas de las ropas olvidadas en los armarios de los vecinos de Zuera tendrán un destino esperanzador: ayudar a las jóvenes de Malawi y mejorar sus condiciones sanitarias.

"Hemos convocado un taller en el que vamos a enseñar cómo coser y crear las compresas a partir de las telas que tenemos almacenadas porque es muy sencillo, y les enviaremos también jabón para que puedan reutilizarlas", explicó María Pilar. De momento, ya hay doce personas dispuestas a coser para Malawi.

La generosidad de María Pilar atiende a las causas pequeñas pero tampoco se resigna ante los grandes retos. Ya han enviado 17 contenedores de ayuda humanitaria: 15 de elllos a Honduras, uno a Perú y otro a Mauritania. "Enviamos ropa, material escolar, juguetes, comida y jabón de tajo casero", recuerda María Pilar. Uno de los puntos fuertes de sus campañas son las recogidas de materiales en los colegios de la localidad, donde además de ayudar, logran el doble objetivo de sensibilizar a los más pequeños. "En los festivales de Navidad, en actuaciones de fin de curso... hacen distintas campañas de recogida y confían en que nosotros siempre trabajamos con gente de fiar", manifestó María Pilar.

La aragonesa Arapaz, la congoleña Cry For Help, o las instituciones zaragozanas como San Antonio de Padua, el Refugio o el Comedor Social de la Puerta del Carmen, además de los servicios sociales del municipio, son las entidades con las que Zuera Solidario trabaja de manera más habitual.

"La única explicación a todo este movimiento solidario es que Zuera lo es, y aunque da un poco de apuro pedir al principio, con las redes sociales es más fácil y la gente enseguida se suma", sostiene María Pilar. Más de cien personas la acompañan en la asociación, y tras treinta años trabajando tienen pasión para seguir ayudando día tras día. "Este es un espacio abierto a todos, y cuando yo no esté quiero que todo esto siga, porque siempre habrá cosas por hacer".