Otro de los cambios más significativos que introduce el nuevo reglamento afecta a los ciudadanos que disponen de la tarjeta de residente para aparcar en la zona naranja. Hasta ahora el cupo por vivienda era ilimitado y eso, junto a que solo cuesta 2,5 euros a la semana, ha llevado a que con 2.000 plazas disponibles en la ciudad haya 4.000 con este dispositivo, el doble. Por eso se prevé limitar a solo dos tarjetas por hogar. Estos, además, no podrán acumular más de tres sanciones impagadas, porque corren el riesgo de que se les retire la tarjeta.