El 97 por ciento de las analíticas realizadas durante el pasado año para verificar la calidad del agua de consumo humano en Aragón determinaron que no presentaba riesgo para la salud y en el 3 % se declaró como no apta, si bien, tras una segunda muestra, la declaración solo se mantuvo en 51 casos.

En 2016 la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón verificó los resultados de un total de 10.355 boletines analíticos para controlar la calidad del agua en un total de 787 zonas de abastecimiento de la comunidad.

Estos incluyen los exámenes realizados en el propio autocontrol del gestor del abastecimiento, los análisis del agua del grifo y los de vigilancia sanitaria, informan fuentes del Ejecutivo autonómico en una nota de prensa.

Tras estos controles, la muestra de agua puede declararse apta para el consumo humano, apta con no conformidad (no cumple con los criterios de varios parámetros), no apta para el consumo o no apta con riesgo para la salud.

Solo un 3 % del total de los boletines analizados fueron calificados como agua no apta para el consumo, un porcentaje que se ha reducido a la mitad (del 6,1 al 3 %) en el periodo 2007-2016, gracias a la vigilancia sanitaria de los abastecimientos y a las actuaciones de los gestores y ayuntamientos en el control de la calidad del agua.

De las 243 muestras con calificación de no apta para el consumo 198 pasaron a ser aptas en analíticas posteriores. De las 24 muestras que inicialmente se calificaron como no apta con riesgo para la salud, 22 pasaron a calificación de aptas.

Los parámetros que más frecuentemente se incumplen en los controles analíticos de la calidad del agua son los indicadores de contaminación microbiológica (bacterias coliformes y recuento de bacterias a 22 grados centígrados), exceso de desinfectante residual (cloro), sulfatos y turbidez.

Según se recoge en el informe, de los parámetros químicos destacan las incidencias en la calidad del agua debida a nitratos (contaminación de acuíferos por malas prácticas agroganaderas), seguido de trihalometanos (subproductos de la desinfección) y al plomo (relacionado con instalaciones interiores que contienen ese material).

En Huesca, se ha observado una pequeña disminución de los boletines con incumplimientos de parámetros microbiológicos, indicadores y químicos y un aumento de los boletines con incumplimientos debidos al exceso de desinfectante residual, con respecto a 2015.

En Teruel, ha habido una disminución de los boletines con incumplimientos debidos a parámetros químicos (nitratos) y un ligero aumento de los de parámetros microbiológicos e indicadores con respecto a 2015.

En Zaragoza, en 2016, han disminuido los boletines con incumplimientos de parámetros microbiológicos.

Durante el pasado año, la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón decidió reforzar por parte de la autoridad sanitaria la comunicación con los gestores (generalmente los ayuntamientos) mediante reuniones provinciales en las que se intentaban plasmar los principales problemas de calidad del agua de consumo y la necesidad y obligatoriedad de comunicarlos a la autoridad sanitaria con el fin de poder acordar las medidas necesarias para evitar riesgos a la población.

De este modo, se han realizado tres reuniones en cada una de las tres provincias a las que han sido invitados todos los gestores y ayuntamientos que ejercen tareas de gestión y control del agua de consumo humano en sus respectivos ámbitos.