La precariedad laboral y el encarecimiento generalizado de los alquileres están provocando que emanciparse sea una misión casi imposible para miles de jóvenes aragoneses. Según alertó ayer CCOO en una rueda de prensa en Zaragoza, solo el 21% de los menores de 30 años de la comunidad pudo irse de casa de sus padres a lo largo del año pasado. La temporalidad, que golpea a la mitad de los aragoneses en esa franja de edad, y los bajos salarios impiden iniciar un proyecto de vida propio, denunció el sindicato durante la presentación de la campaña Generación móvil, en la que la central aporta propuestas para luchar contra esa precariedad.

«Los tiempos en que ser mileurista era casi un insulto han pasado a la historia; ahora cobrar 1.000 euros al mes es casi una aspiración para muchos jóvenes», lamentó la secretaría de Igualdad y Juventud de CCOO Aragón, Elena Pérez, que apuntó que un tercio de los menores de 30 años cobra menos de 14.000 euros brutos anuales. En Aragón, el sueldo medio de los asalariados en esa franja de edad rondó el año pasado los 10.500 euros.

Que los salarios arrojen unas cifras tan bajas en las estadísticas se debe en gran parte a la expansión del contrato a tiempo parcial, que afecta al 25% de los menores de 30. «Un 10% padece la doble precariedad con un contrato parcial y temporal», indicó Pérez. En este sentido, el informe de CCOO deja un dato preocupante: el año pasado un joven aragonés necesitó firmar una media de 5,2 contratos temporales para poder trabajar durante todo el año, lo que genera una gran incertidumbre e impide planificar proyectos de vida.

CONTINÚA LA FUGA DE CEREBROS / Todo ello ha provocado que cada vez más jóvenes decidan emigrar en busca de más estabilidad. Según CCOO, unos 10.300 aragoneses de menos de 30 años reside en el extranjero, una cifra que desde el 2010 ha crecido un 92% entre los jóvenes de entre 20 y 24 años y un 114% entre los de 15 y 19.

Con todo, el adjunto a la secretaría de Juventud de CCOO Aragón, Luis Quintana, subrayó que no existe una «sobrecualificación» en los jóvenes, sino «un problema claro de subdesarrollo del tejido productivo», que no puede absorber a todos los demandantes de empleo con cualificación universitaria. A este respecto, valoró el plan puesto en marcha por la DGA para favorecer el retorno de jóvenes, aunque insisitió en que la clave está en mejorar la calidad del empleo.

Así, el sindicato ha propuesto a nivel nacional un decálogo de medidas para luchar contra la precariedad. CCOO exige más inversión en educación y en FP, un estatuto para los becarios, ayudas a la emancipación e impulsar los salarios en la negociación colectiva.