La bolsa de viviendas sociales aprobada en junio ha comenzado su andadura con turbulencias. Desde diciembre se han puesto a disposición del programa 47 pisos. Insuficientes teniendo en cuenta que las solicitudes --que cumplen los requisitos-- ascienden a 513.

Ya lo dijo el consejero de Obras Públicas, Urbanismo, Vivienda y Transportes, Rafael Fernández de Alarcón, el programa "va funcionando" porque nació con unas previsiones más optimistas. El objetivo era el de sumar, al mes, 20 viviendas destinadas a este alquiler económico para aquellos que no pueden permitirse un alquiler normal a causa de la crisis. Alarcón, señaló que para el próximo verano creen que se alcanzarán las 200 viviendas y que será a finales de la legislatura del PP cuando se logre satisfacer todas las demandas.

"Podemos estar satisfechos", dijo Alarcón con las 47 casas sociales que ha gestionado la fundación Federico Ozanam. La DGA también tiene convenios con el Ayuntamiento de Zaragoza, a través de su proyecto de alquileres sociales, y el de Teruel.

Respecto al número de desahucios, el consejero informó de que actualmente hay 22 expedientes en tramitación para tratar de evitar que las familias se queden sin sus casas.