La precariedad laboral y el encarecimiento generalizado de los alquileres están provocando que emanciparse sea una misión casi imposible para miles de jóvenes aragoneses. Según alertó ayer CCOO en una rueda de prensa en Zaragoza, solo el 20,4% de los menores de 30 años de la comunidad pudo irse de casa de sus padres a lo largo del año pasado. La temporalidad, que golpea a la mitad de los aragoneses en esa franja de edad, y los bajos salarios impiden iniciar un proyecto de vida propio, denunció el sindicato durante la presentación del informe La Juventud en Aragón.

El estudio pone de manifiesto que la tasa de emancipación en los jóvenes de entre 16 y 29 años apenas ha mejorado respecto al 2017 y es cinco puntos inferior a la que se registraba en el 2008, cuando el 25,5% podía emanciparse. «Lo que está claro es que irse de casa sin un empleo estable es muy difícil», subrayó el responsable de Juventud del sindicato, Luis Quintana.

El índice en la comunidad es algo mejor que el del conjunto del país, ya que el año pasado se situó en el 19,2%. Eso sí, la tasa de emancipación de Aragón mejora de forma considerable cuando se da el salto a la franja de edad de entre 30 y 34 años situándose en el 73%, inferior también a la del 2008 (76%).

«Lo más preocupante es que la precariedad en estas franjas de edad se está convirtiendo en estructural, porque vemos que la recuperación económica no ha servido para mejorar las condiciones de trabajo», lamentó la secretaria de Igualdad y Juventud de CCOO Aragón, Elena Pérez. La reactivación de la economía, amenazada ahora por una nueva desaceleración, tampoco ha impulsado los sueldos. De hecho, un tercio de los menores de 30 años cobra menos de 14.000 euros brutos anuales y el sueldo medio de los asalariados en esa franja de edad no alcanzó el año pasado los 11.000 euros.

SUELDOS MUY BAJOS

Que los salarios arrojen unas cifras tan bajas en las estadísticas se debe en gran parte a la expansión del contrato a tiempo parcial, que afecta al 26% de los menores de 25. Por su parte, la tasa de temporalidad entre los aragoneses de 16 a 29 años se sitúa en el 54,5%, cuando en el 2009 era del 41,2%. El incremento de la precariedad ha hecho que un joven aragonés necesite firmar una media de cinco contratos temporales para poder trabajar durante todo el año, lo que genera una gran incertidumbre e impide planificar proyectos de vida.

Todo ello ha provocado que cada vez más jóvenes decidan emigrar en busca de más estabilidad. Según CCOO, unos 10.600 aragoneses de menos de 34 años residen en el extranjero, una cifra que desde el 2010 ha crecido un 88%. En esta subida no hay duda de que también ha influido el retorno que han protagonizado los inmigrantes que han regresado a sus países de origen ante la falta de oportunidades laborales.

Con todo, el adjunto a la secretaría de Juventud de CCOO Aragón subrayó que no existe una «sobrecualificación» en los jóvenes de la comunidad, sino «un problema claro de subdesarrollo del tejido productivo», que no puede absorber a todos los demandantes de empleo con cualificación universitaria.

Ante esta «preocupante» radiografía, el sindicato abogó por un cambio en el modelo productivo que apueste más por la calidad y la tecnología que por los costes, e insistió en derogar la reforma laboral del 2012.