Sólo el 14% de los sordos aragoneses comprende lo que lee y únicamente uno de cada cien llega a ir a la universidad. Son consecuencias del aislamiento y las carencias educativas que sufre este colectivo en Aragón, según se recoge en las conclusiones del informe presentado ayer por el Justicia, Fernando García Vicente. El documento, que ha sido enviado al Ejecutivo autonómico, compila los problemas y dificultades de las más de 4.300 personas que integran este grupo, así como algunas recomendaciones para su integración.

Entre ellas, García Vicente señaló la necesidad de "hacer frente a las barreras de comunicación", cuya supresión está regulada por un decreto del 97 en la comunidad autónoma. La ley, sin embargo, suele ser "papel mojado", porque "no hay partidas presupuestarias ni un mecanismo de control que evite incumplimientos continuos, incluso por parte de la Administración", según señaló el presidente de la Agrupación de Sordos, Pedro García, que acompañó al Justicia en la presentación del informe.

Además de una batería de medidas sobre supresión de barreras, García Vicente incidió en la importancia de "reconocer en la lengua de signos" con el mismo tratamiento que tienen los idiomas minoritarios. El presidente de la Agrupación de Sordos dijo esperar que el apoyo que el PSOE aragonés les ha dado en esta reivindicación se traduzca ahora en un cambio a nivel nacional.

Por último, el Justicia también hizo referencia a la deficitaria situación de los sordos. España sólo cuenta con un intérprete por cada 250 personas con problemas de audición. En los países nórdicos, el ratio es de uno por cada dos.