La construcción del centro cultural aliviará el déficit de espacios públicos del barrio Oliver. Allí se trasladará el centro de tiempo libre ubicado ahora en la calle Séneca y se permitirá el uso diario del servicio de ludoteca que sólo se presta durante unas horas los lunes. Asimismo, en vez de la actual sala de lectura de 40 metros cuadrados, se dispondrá de casi 1.000 metros distribuidos en dos plantas.