La exvicepresidenta del Gobierno y candidata a presidir el PP, Soraya Sáenz de Santamaría, considera que la igualdad entre mujeres y hombres acabará imponiéndose, como lo está haciendo en algunas grandes empresas del Ibex-35, porque los datos demuestran que es rentable. Pero puede tardar décadas, y para acelerarla convendría impulsar algunas medidas de conciliación y corresponsabilidad parental, para igualar las oportunidades de acceso a los puestos directivos.

Sáenz de Santamaría, actualmente socia e integrante del consejo de administración del bufete Cuatrecasas, ofreció este martes una conferencia en el Patio de la Infanta de Ibercaja, sobre igualdad de la mujer, sobre todo en el ámbito empresarial. No ahondó mucho en la política, ante la presencia del alcalde zaragozano, Jorge Azcón, y el presidente autonómico del partido, Luis Maria Beamonte. Ni siquiera en el turno de preguntas, en el que se limitó a recordar, sobre su salida del PP, que «los militantes sí votaron a una mujer como presidenta, a mí. Los altos cargos, ya no».

Según el análisis de la exvicepresidenta, diversos informes son contundentes a la hora de avalar las ventajas que supondría la plena incorporación de la mujer al mercado laboral, el «talento del 51% de la sociedad». Supondría 240.000 millones de dólares en Reino Unido, 285.000 en Alemania y 1,6 billones en Estados Unidos, expuso. Y según la Organización Internacional del Trabajo, el 75% de las empresas que han incorporado directivas han incrementado sus beneficios entre un 5% y un 20%.

Siendo así, y con las mujeres teniendo mejores resultados académicos, el motivo por el que no se alcanza la igualdad está en varias «brechas», expuso Sáenz de Santamaría, como la de participación política, y la de edad. Hasta la treintena, las carreras de las mujeres son tanto o más brillantes que las de los hombres, pero se suelen truncar con la maternidad. A esas edades, la empleabilidad de es de un 88% entre los casados y con hijos, «hombres respetables», y la de los solteros, del 83%. En las mujeres, por contra, penaliza, con un 66% entre las madres y un 72,4% en el resto.

Y esto afecta también a las redes sociales, el networking, que acaban por propiciar la entrada en los puestos de alta dirección. «Acarreando niños en cumpleaños es muy difícil hacer networking», ironizó la ponente. Por ello, apostó por reforzar la corresponsabilidad parental. Y también el interés femenino por la ciencia, para no afrontar otra brecha en el futuro.