El parque natural que Soria planea crear en la vertiente castellana del Moncayo favorecerá a Aragón, dado que la nueva figura de protección medioambiental obligará a endurecer la normativa sobre instalaciones industriales y agropecuarias.

Se trata de una zona, en los términos municipales de Ágreda, Beratón, Cueva de Ágreda y Vozmediano, en la que diversos proyectos mineros ,y, en particular, de instalación de granjas de ganadería industrial, amenaza la calidad de las aguas subterráneas que vierten a Aragón a través de las cuencas de los ríos Huecha, Aranda y Manubles.

En el caso del Aranda, las localidades aragonesas de esa comarca, entre ellas Illueca y Brea de Aragón, están alerta ante el plan de construcción de una macrogranja vacuna con 20.000 ejemplares en el pueblo soriano de Noviercas.

Paso a paso

El proyecto se encuentra con una dura oposición en la parte castellana del Moncayo. «Pone en peligro la misma supervivencia de los pueblos al someterlos a una degradación de su entorno natural», apunta Miguel Alonso, alcalde de Cueva de Ágreda.

Con todo, puede ser una carrera contrarreloj, ya que el proceso para declarar parque natural la zona del Moncayo lindante con la comunidad aragonesa, donde ya se aplica esa denominación desde 1998, puede durar varios años.

«De momento, los técnicos de la Junta de Castilla y León redactan ya el Plan de Ordenación de los Recursos Naturales», señala Alonso. A ello seguirá la elaboración de un decreto específico para la creación del parque, un paso que puede durar no menos de siete meses.

Posteriormente, llegará un periodo de información a las cuatro localidades en las que se asentará el parque natural, a lo que seguirá la aprobación por el legislativo autonómico.

Los pueblos beneficiarios esperan con ilusión la creación del enclave natural, ya que su zona se ha visto en los últimos años afectada por proyectos que suponen un menoscabo de las condiciones del medio ecológico.

De ahí que el parque natural sea visto como una forma de «dinamizar el territorio de forma sostenible», según Miguel Alonso.