El sueco Leif Sörnmo y Juan Ignacio Cirac fueron investidos ayer como Doctores Honoris Causa por la Universidad de Zaragoza. El primero, un profesor escandinavo referencia internacional en telemedicina, es un experto en gestionar las enfermedades cardíacas a través de la lectura automática de las señales que emite nuestro cuerpo humano. Su especialidad es la fibrilación auricular, una dolencia muy común que obliga a quien la padece a tomar anticoagulantes a diario y, actualmente, está investigando sobre las arritmias generadas por la conducción entre la aurícula y el ventrículo para poder ofrecer al paciente que las sufre mayor control y mejor calidad de vida. Otra de sus ramas de estudio es la predicción de las afecciones cardíacas en pacientes con hemodiálisis. Su objetivo es poder predecir si va a ocurrir un episodio de hipotensión.

Juan Ignacio Cirac ganador en el 2013 del Premio Wolf en Física, considerado la antesala de los Nobel, junto a Peter Zoller por su contribución al diseño de un ordenador cuántico, es uno de los pioneros de la teoría de información cuántica, que propone la utilización de máquinas que aprovechen las propiedades del mundo microscópico.