El consejero de Vertebración del Territorio del Gobierno de Aragón, José Luis Soro, insistió ayer en que el Ejecutivo autonómico va a defender, en la comunidad y en Madrid, que la AP-2 no solo no debe prorrogar la concesión con la empresa Abertis, que «finaliza en el 2021», sino que debe convertirse en autovía, liberarla de los peajes y hacerla gratuita para el usuario. «Al ciudadano le daría igual pagarle a una empresa pública que a una privada», aseveró.

Sus declaraciones a este diario, tras la aprobación en el Congreso de los Diputados de una proposición no de ley de Podemos que instaba a no renovar los actuales contratos en esta autopista y ocho más en España cuando venzan, venían a insistir en lo que ha sido el caballo de batalla de Soro desde el 2015. Ahora, el paso al frente genera un optimismo contenido porque «la tibieza del ministerio nos genera preocupación porque no despejan la duda de si quieren quitar el peaje», afirmó el consejero. También que la solución a la AP-2 se quiera dar «dentro de una estrategia global» con otras concesiones que, como esta, acaban entre el 2019 y el 2021. «No puede ser que meta en el mismo saco a todas las autopistas deficitarias para compnesar», explicó.

Para la DGA, la posición de Aragón en el debate que ahora se abre en Madrid es «clara desde hace más de dos años». Y, además, Soro recordó que sería una solución inmediata «mientras Fomento impulsa y ejecuta el desdoblamiento de la N-II». Este es el objetivo final para él y para los pueblos del eje entre Alfajarín y Fraga. Si no salen los camiones de sus travesías, la siniestralidad será un problema igualmente, y la gratuidad solo puede hacer que el ministerio se lo replantee o dilate las obras, opinan.

Aunque la DGA y esos mismos municipios son conscientes de que no entra en los planes a corto plazo. Y esta gratuidad haría más llevadera la espera también para ellos.