El Sindicato de Trabajadores Ayuntamiento de Zaragoza (STAZ) ha solicitado ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 4 de la capital aragonesa medidas cautelares con carácter urgente para suspender el cambio de uniformidad de los agentes de la Unidad de Refuerzo Flexible (URF), antigua Unidad de Apoyo Policial Operativo (UAPO). Según el sindicato, el vestuario incumple con las medidas de seguridad necesarias para desempeñar sus funciones.

En su escrito aseguran que queda «acreditado» que la nueva uniformidad «conlleva un evidente riesgo para la salud y seguridad» de los policías de esta unidad que vestirán del mismo modo que el resto de los agentes, de amarillo, con el propósito de que proyecten una amigan más amigable ya que ahora visten muy similar a los antidisturbios.

El pasado 16 de enero comenzaron a llegar las primeras prendas. La sustitución va a ser progresiva pero ya han surgido las primeras quejas de los agentes de esta unidad que insisten en que, por ejemplo, los zapatos no cumplen con sus necesidades, algo que desmienten rotundamente desde la concejalía de la Policía Local, que aseguran que son incluso mejores que las botas que han estado utilizando hasta ahora.

El cambio de nombre y de vestuario ha generado una gran polémica durante el último año por la falta de acuerdo político y el rechazo de los policías.