El Juzgado de lo Social número 1 de Huesca ha dictaminado que dos empleadas de la tienda de Stradivarius de la capital altoaragonesa fueron objeto de trato discriminatorio continuado desde que comunicaron que estaban embarazadas y solicitaron reducir sus jornadas laborales. El tribunal estima la demanda interpuesta, informó ayer Efe, al considerar probado que las dos trabajadoras sufrieron discriminación por el hecho de haber reducido su jornada para cuidar a sus respectivos hijos, situación que el juez tacha de «inaceptable y sancionable».

Los hechos fueron denunciados inicialmente por los servicios jurídicos de CCOO y motivaron la intervención de la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, que levantó acta de infracción tanto por la primera demandante como por otra que estaba en situación similar. El acta de sanción provocó una serie de actos administrativos que fueron recurridos por la empresa, que finalmente fue demandada ante los tribunales por el Gobierno aragonés.

El magistrado en su sentencia considera probado que la empresa, perteneciente al grupo Inditex, reaccionó a la petición de las empleadas cambiándoles de función en la tienda, «en contra de su voluntad y de preferencias».

Además, se dieron instrucciones a encargadas y segundas encargadas para que las mantuvieran en puestos en los que la empresa «sabía que estaban a disgusto» y se comunicó al resto de trabajadoras que se abstuvieran de hablar con las demandantes.

También se instó a las encargadas a que controlaran el tiempo que utilizaban ambas trabajadoras para ir al servicio y vigilaran si mantenían conversación con los clientes.

El juez asegura en su resolución que la empresa no dio a la inspección una explicación que justificara «racionalmente» los cambios organizativos realizados, lo que revela, a su juicio, que «estaba discriminando a las dos trabajadoras por razón de su maternidad y necesidad de cuidado de sus hijos».