Tras un comienzo de semana marcado por la saturación, el servicio de Urgencias del hospital Royo Villanova vivió ayer una jornada mucho más suave. A pesar de que los pasillos y la sala de observación del centro todavía acogían alrededor de una docena de pacientes, las esperas se redujeron considerablemente. La dirección del hospital había anunciado la opción de recurrir al hospital Provincial en caso de que el colapso continuara.