La Subdelegación del Gobierno en Zaragoza se comprometió ayer con la Asociación de Vecinos de Épila y el alcalde de la localidad a mantener en el tiempo el dispositivo reforzado de seguridad que vigilará en adelante las calles de la localidad con el fin de garantizar la seguridad tras el asesinato de un vecino el día 3 de febrero.

En una reunión mantenida ayer en la sede del organismo gubernamental, el representante del Ejecutivo en la provincia, Ángel Val, aseguró a los miembros de la entidad vecinal que se incrementará la vigilancia en distintos puntos de la población. Asimismo, tanto él como el coronel de la Guardia Civil, José Hermida, que asistió al encuentro, pidieron colaboración ciudadana para ayudar a prevenir la comisión de delitos.

«Lo importante es que el esfuerzo va a mantenerse en el tiempo», manifestó José María Simón, miembro de la asociación de vecinos. La vigilancia cubrirá toda la localidad, pero se acentuará en determinados puntos potencialmente más conflictivos.

Otro punto que se abordó fue la aplicación de las ordenanzas municipales y la colaboración de los servicios sociales en la mejora de la convivencia.

En un comunicado emitido por la subdelegación tras la reunión, se dejó constancia de que la Guardia Civil atribuyó durante el pasado año diversos delitos a 46 personas en Épila. Y además detuvo a 21 ciudadanos en la localidad.

El encuentro de ayer, al que asistieron también representantes de los distintos grupos políticos del municipio, fue la continuación de otro mantenido la semana pasada entre el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, y el regidor de la localidad, Jesús Bazán. En ambos casos, se alcanzó un compromiso de aumentar la vigilancia.

Los vecinos de Épila vienen solicitando hace años un mayor control debido a que se producen numerosos robos, en particular en propiedades agrarias y la zona de Los Cabezos.