El Tribunal Supremo ha confirmado la condena de 3 años y 9 meses de prisión impuesta a un exdirector de la sucursal de Banesto en Mequinenza por apropiarse de cerca de 800.000 euros de sus clientes mediante operaciones de las que no les informó.

Además de la pena de prisión por delitos de apropiación indebida y falsedad de documento mercantil, el acusado fue condenado en diciembre del año pasado por la Audiencia de Zaragoza a indemnizar al Banco de Santander (que absorbió Banesto posteriormente) en 567.000 euros y en otros 200.000 a varios clientes, de cuyo pago hizo responsable civil subsidiario a la entidad.

La sentencia de la Audiencia de Zaragoza estableció como probado que de 1995 a 2005, el procesado dispuso de fondos de sus clientes para invertirlos en fondos de inversión en lugar de los plazos fijos convenidos.

Además, disponía de dinero de clientes para pagar intereses a otros o abonar intereses ficticios y, en ocasiones disponía de fondos sin autorización para fines no acreditados.

También ofrecía a clientes productos no homologados por el banco con capital garantizado al cien por ciento, cuando lo que contrataba en realidad eran otros productos como fondos de inversión o depósitos que no garantizaban el capital en su totalidad.

Para dar apariencia de realidad a su actuación, en algunos casos les entregaba a los clientes libretas de ahorro donde iba apuntando con máquina de escribir los intereses que esos supuestos plazos fijos contratados generaban.

En realidad, estos apuntes no se correspondían con la realidad pues no estaban reflejados en la contabilidad del banco ni respondían a los productos verdaderamente contratados".

También entregaba a clientes falsos contratos bancarios, sin firma del interventor de la entidad, en los que, con una máquina de escribir, ponía que los capitales invertidos estaban garantizados en su totalidad.