El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a dos ganaderos de Torres de Berrellén, Pedro Antonio Sahún y su padre, Aurelio, por explotar a tres pastores marroquíes a los que mantenían sin descanso semanal al cargo de 1.600 ovejas y algo más de 100 cabras. La Audiencia Provincial de Zaragoza les impuso una pena de seis meses de cárcel por un delito contra los derechos de los trabajadores, y el Alto Tribunal la ha confirmado, al rechazar todos los motivos del recurso que interpusieron contra la sentencia. Además, deberán indemnizar a los pastores con algo más de 30.000 euros, sumando las de las tres víctimas.

Los ganaderos se enfrentaban inicialmente hasta a seis años de cárcel, ya que además de esta falta de horarios y turnos de libranza («se organizaban entre ellos», se defendieron, y tenían 30 días de vacaciones el año), la Inspección de Trabajo detectó graves deficiencias sanitarias en la paridera donde vivían, para estar más cerca del ganado.

Sin embargo, la Audiencia no halló pruebas de que fuesen obligados a vivir allí, como decían los denunciantes. Entre otras cosas, porque cuando uno de ellos se casó los patrones le alquilaron una casa. Este hecho contribuyó a reducir considerablemente la pena a la que inicialmente se enfrentaban.

Además de la falta de higiene y salubridad, sin agua corriente en la paridera, la inspectora constató que no tenían ningún tipo de prevención de riesgos laborales, evaluación de la salud de los trabajadores.