El aeródromo de Santa Cilia abrió ayer nuevos horizontes y despejó barreras en una actividad organizada por la asociación Tengo esclerosis múltiple ¿Y qué? (Temyque) en la que 14 de sus socios experimentó la práctica de vuelo sin motor.

Las instalaciones de este municipio fueron el escenario de esta iniciativa con la que la agrupación consolida su apuesta por «romper los obstáculos» y se convierte en un referente en el impulso del vuelo sin motor entre las personas con discapacidad física o movilidad reducida.

En la jornada estuvo presente la directora del Instituto Aragonés de la Mujer, Natalia Salvo, que destacó la importancia de esta acción y resaltó la apuesta del Gobierno de Aragón por apoyar y poner en valor esta actividad. «Creemos que hay que construir el mundo a la medida de todas las personas para garantizar el principio de igualdad efectivo», apuntó. Además, añadió que este tipo de proyectos «ponen el acento en la visibilidad, pero también en la necesidad de tender puentes, sobre todo las personas que tienen algún tipo de discapacidad».

La presidenta de la asociación Temyque, Carmen Arana, señaló que «la falta de socialización generada en quienes padecen esclerosis, que les lleva a aislarse de forma progresiva, hace que este tipo de actividades resulten muy positivos como terapia».