La escasez de sangre volvió a afectar ayer a los hospitales aragoneses, como ocurre cada verano, y obligó al Gobierno autonómico a lanzar un nuevo mensaje de alerta. En esta ocasión fue el hospital Miguel Servet de Zaragoza el que tuvo que aplazar dos intervenciones importantes por la falta de recursos hemoterápicos en la comunidad que, a pesar de los avances, sigue sin lograr la autosuficiencia.

La respuesta solidaria de los donantes zaragozanos, contactados, como siempre, a través de mensajes de móviles, fue de nuevo inmediata. Las dos operaciones, una de ellas cardíaca y otra de recambio de una prótesis de cadera, fueron reprogramadas una para hoy y otra para ayer mismo. Y aunque la situación en el centro quedó subsanada por la tarde, la propia consejera de Salud, Luisa Noeno, se dirigió a los aragoneses para pedirles que donen sangre ante las bajas reservas de este recurso y la situación que algunos hospitales pueden sufrir en verano.

Este descenso de la cantidad de sangre disponible se repite todos los años, según la presidenta de la Hermandad de Donantes de Sangre, María del Carmen Mongío, que, entre otras causas, apuntó a la carencia de un banco de sangre como uno de las causas de la escasez del recurso. "Aragón es la única comunidad que no tiene a día de hoy un equipamiento de estas características y esto frena el avance de la donación, porque hace el trámite mucho más complicado para los donantes potenciales", explicó.

No obstante, González Mongío destacó la "buena noticia" de que se haya "desatascado" el proyecto del banco de sangre de Aragón, para cuya gestión aprobó ayer un proyecto de ley el Gobierno de Aragón.

Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa la autosuficiencia hemoterápica en 40 donantes por 1.000 habitantes. El índice en Aragón es de 34 por cada 1.000. "Donar es un deber social y nadie debe olvidar hacerlo antes de salir de viaje", añadió González.

Las reservas "están muy bajas" explicó por su parte la consejera de Salud. Luisa Noeno recordó que actualmente existen bancos de Sangre en el Servet, el Clínico de Zaragoza, San Jorge de Huesca, Obispo Polanco de Teruel y en el Ernest Lluch de Calatayud y que con el nuevo banco regional --que estará en funcionamiento a finales de 2006-- se agruparán estas reservas y sólo continuarán funcionando paralelamente las ubicadas en Huesca y Teruel.

Con el banco de sangre y tejidos se pretende incrementar la eficiencia de los recursos en promoción de la hemodonación y optimizar la utilización de las reservas de sangre. Su proyecto de ley, ya aprobado por el Gobierno de Aragón, será remitido ahora a las Cortes para su tramitación parlamentaria.