El Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido suspender la aplicación de seis sanciones interpuestas a la empresa concesionaria del autobús urbano AUZSA durante los meses de noviembre y diciembre del pasado año, coincidiendo con el conflicto laboral con los trabajadores de la empresa. Se trata de seis penalizaciones por un valor conjunto de 6.750 euros y que, según el expediente, suponen la comisión de infracciones tipificadas en los pliegos.

Las resoluciones sancionadoras fueron impugnadas por AUZSA, primero en vía administrativa y después ante la jurisdicción contencioso - administrativa, que ha admitido a trámite las demandas y ha citado a las partes para celebración de juicios en los meses de enero a marzo. Por este motivo, y en "aplicación de un criterio de prudencia " se decidió suspender la ejecución de las sanciones hasta que los tribunales dicten sentencia.

LEVES

Las sanciones que no se aplicarán por el momento son de escasa cuantía, al menos si se comparan con los 700.000 euros que la empresa del bus urbano acumula ya en concepto de sanciones por el incumplimiento de los criterios de calidad que marcan los pliegos. Las que ahora se suspenden --antes de que entrasen en vigor estos criterios-- suman un total de 6.750 euros, repartidas en seis de 750, 250, 5.000, 250, 250, y 250 euros.

La de mayor cuantía, la de 5.000 euros, se impuso al observar en uno de los vehículos que la chapa que cubría el borde del escalón situado en la parte media del autobús se encontraba mal encajada "pudiendo provocar lesiones a los pasajeros al presentar un borde constante". La otra que se le sigue en importancia por su valor (750 euros) se interpuso al observarse la falta de algunos martillos localizados junto a las ventanas de emergencia. Las otras cuatro, de 250 euros cada uno, se interpusieron por la falta de tapa en el frontal derecho de un vehículo, la incorrecta fijación de la rejilla de ventilación de un coche, el deficiente estado de uno de los pulsadores y la rotura en la correa de uno de los asideros.

Según indicó el gerente de AUZSA, Manuel Ramo, estas seis sanciones son las únicas que no se han sobreseído de las que se interpusieron durante la huelga que realizaron los trabajadores y son defectos "menores" de los vehículos, propios del uso y no de negligencias en su mantenimiento. Por eso la empresa se decidió a interponer un recurso. Tal y como aclararon fuentes municipales, estas sanciones se impusieron cuando todavía estaba el período de carencia del Control de Calidad (CDC) que marcan los pliegos y que ahora sí se aplica.

Desde AUZSA están estudiando también si recurrirán las multas de la Policía Local en su huelga de celo.