Miércoles por la noche, víspera de Jueves Santo. El Mesón de La Dolores, en Calatayud, estaba repleto de bilbilitanos y turistas que pasaban una velada tranquila y distendida disfrutando de sus vacaciones de Semana Santa. Puede parecer una noche cualquiera pero a alguno de los presentes no se le va a olvidar nunca.

El metre del restaurante, Bernardo Rodés, estaba supervisando que todo estuviera en orden en la sala cuando, de repente, vio a un hombre levantado al lado de la mesa donde estaba sentado. Cuando se acercó para asegurarse de que todo estaba bien, vio cómo aquel hombre, de unos 30 años, no podía respirar y su pareja estaba bloqueada ante la situación.

Fue entonces cuando Rodés puso en práctica, por primera vez, la técnica de Heimlich. «La primera reacción fue golpearle en la espalda pero como vi que no surtía efecto, lo abracé desde detrás, coloqué mis manos entre el esternón y el estómago de aquel hombre y apreté». Las nueve veces que le presionó «la tripa» sirvieron para que aquel comensal «lo hubiera soltado o tragado y pudiera, por fin, volver a respirar», aclara Rodés.

La técnica de Heimlich se trata de un procedimiento de primeros auxilios que se realiza para desbloquear las vías respiratorias, por haberse obstruido, normalmente, con un trozo de alimento. La persona que se está asfixiando por esta razón, no puede hablar ni toser y suele colocarse la mano en su garganta como un acto reflejo y, generalmente, su cara queda inmovilizada por el pánico.

Asimismo, se debe tener en cuenta que la aplicación de este método es, solamente recomendable a partir de los dos años de edad. En niños, expertos recomiendan realizarlo tumbados boca arriba, ejerciendo una presión proporcional a su altura y peso, para desobstruir la tráquea.

Una situación así demuestra la necesidad de dominar técnicas de primeros auxilios, como Heilmich, para evitar que terminen en una desgracia. Rodés apela a que las escuelas de hostelería «deben impartir conocimientos sobre métodos como este porque nunca sabes cuándo te puede pasar y tienen que enseñar cómo tenemos que reaccionar».

Además, confirmó que su dominio en esta técnica la había adquirido «por internet, buscando información y luego, comentándolo con alguna persona», aclaró. Sin embargo, denuncia que «eso no debería ser así, deberíamos tener los conceptos, las maniobras y las reacciones practicadas previas para actuar».