Un Talgo que cubría la línea Irún-Salamanca-Barcelona arrancó ayer por la tarde un tramo de catenaria en la inmediaciones de la estación de Grañén, lo que dejó tirados a sus 500 pasajeros. La compañía ferroviaria Renfe contrató los servicios de once autobuses para evacuar a los viajeros desde una carretera cercana al ferrocarril y trasladarlos por carretera hasta sus destinos. Las labores de evacuación duraron más de dos horas y media.

La rotura del cable obligó también a cortar el tráfico por la vía convencional de Lérida y desviar todos los trenes por la de Caspe. Los convoyes del Canfranc se libraron de quedar parados, puesto que el tramo ferroviario que se quedó sin catenaria se sitúa al este de Tardienta --punto donde se une el trazado que se dirige al Pirineo y a Cataluña--.

Según informaron fuentes de Protección Civil, el incidente no provocó daños personales entre los viajeros y personal del convoy. La rotura de la catenaria --el cable que suministra la electricidad a los trenes-- se produjo en torno a las 15.50 horas. Al parecer, el pantógrafo de la locomotora --una especie de patín que se desliza sobre la catenaria-- se enganchó en las inmediaciones de Grañén con el cable, que estaba destensado y colgaba sobre los raíles.

Estas fuentes precisaron que la empresa ferroviaria comunicó de forma inmediata a los servicios de emergencia su decisión de proceder a la evacuación de los pasajeros en autobuses por motivos de seguridad, informó Efe .

TREN REMOLCADO De forma paralela, Renfe envió una locomotora para remolcar los 24 vagones del convoy, que había iniciado el trayecto en Irún y Salamanc --era de doble composición--. El Talgo iba casi al completo con motivo del puente festivo de Semana Santa.

Al lugar del incidente, a escasa distancia de la estación de Grañén y en paralelo a una carretera de la red local, se desplazaron con rapidez efectivos de la Guardia Civil de puestos cercanos en previsión de solicitudes de ayuda por parte de los viajeros y con el fin de coordinar las actuaciones previstas.