El sector de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), protagonista de la transformación de la economía mundial y uno de los que cuenta con empleos cualificados mejor remunerados, tiene una escasa presencia de mujeres. Esta desigualdad, lejos de corregirse, tiende a empeorar. La proporción de mujeres en los grados de ingeniería informática de la Universidad de Zaragoza se ha reducido a la mitad en los últimos 20 años, pasando de suponer el 25% de los estudiantes en 1998 al 10% en el curso actual. En el conjunto de las carreras de ingeniería del campus aragonés, el número de alumnas está anclado en torno al 25% desde el curso 2000-2001 sin apenas variación.

Los datos fueron presentados ayer en la jornada de debate ¿Cómo incentivar la presencia de la mujer en el sector TIC?, celebrada en Ibercaja Patio de la Infanta. El foro, organizada por el departamento de Innovación, Investigación y Universidad del Gobierno de Aragón y la empresa Informática El Corte Inglés (IECISA), puso de relieve que la carencia de mujeres en el sector TIC, lejos de corregirse, tiende a empeorar.

A nivel europeo, ellas solo representan el 17,2% de los 8,5 millones de profesionales que trabajan en esta actividad, un porcentaje que hace una década era cinco puntos mayor (22,5%). Esto supone que se han perdido de alrededor de medio millón de trabajadoras en un sector que presenta un déficit de mano de obra en una cantidad similar. En España, la cifra de mujeres en las TIC es aún menor (16,1%) y la tendencia también es decreciente.

ACCIONES DESDE LA ESCUELA

La apertura de la jornada, que fue inaugurada por la consejera de Innovación, Pilar Alegría, estuvo centrada en la presentación de un estudio sobre la desigualdad de género en las TIC, que ha sido elaborado por María Villarroya, profesora de Arquitectura y Tecnología de Computadores de la Universidad de Zaragoza y presidenta de AMIT Aragón, la Asociación de Mujeres Investigadoras y Tecnólogas. El informe pone de releve el desinterés de las mujeres por estudios de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM en sus siglas en inglés), como evidencian las cifras de matriculaciones universitarias.

El problema, según Villarroya, se arrastra desde la base del sistema educativo y hace que el 50% de las alumanas de Secundaria «ya no quiere saber nada de la ingeniería», según las encuestas realizadas por AMIT Aragón. Ante esta situación, la experta abogó por promover desde la escuela y de la mano del profesorado acciones para motivar a las niñas en estos estudios. «Los sesgos de género aparecen en Primaria y las alumnas comienzan a tener falta de autoestima respecto a sus capacidades en áreas como las matemáticas de la que no son conscientes los profesores».

El estudio concluye que el alejamiento de las TIC se debe a un cúmulo de razones que tienen que ver con el desconocimiento de la aplicación real de las ingenierías, la falta de modelos de mujeres profesionales, los estereotipos y la autopercepción de las propias niñas de que no son buenas en esas materias.

El foro alertó también sobre la fuga de las mujeres de empleos TIC. No se aportaron datos de España, pero sí de Estados Unidos, donde tres de cada cuatro abandonan sus puestos de trabajo en Silicon Valley, mientras que en el Reino Unido, sólo el 47% de las que finalizaron en el 2011 estudios técnicos permanecen en la profesión. Villarroya atribuyó esta éxodo femenino al ambiente de trabajo «hóstil», los horarios extremos o la falta de participación de las parejas en el cuidado de los hijos o en las tareas domésticas.