Los taxistas de Zaragoza han comenzado a instalar cámaras de videovigilancia en el interior de sus coches para registrar todo lo que sucede durante los trayectos que realizan a diario. Se trata de una medida preventiva y disuasoria que ya se ha implementado en otras ciudades como Madrid o Vigo y que ahora ha aterrizado en la capital aragonesa.

Según explicaron desde la Asociación Provincial de Auto-Taxi de Zaragoza, por ahora son muy pocos los coches que las llevan, aunque sí hay muchos conductores que se han interesado por el procedimiento que deben seguir. Actualmente hay cuatro vehículos que ya las tienen instaladas y en funcionamiento después de que el consistorio haya aprobado las licencias. Este miércoles, desde la asociación presentarán otras tres nuevas peticiones.

El sistema dispone de dos pequeños dispositivos que se instalan en el techo del coche y tienen una apariencia similar a la de una webcam. Uno para enfocar al conductor y al copiloto y otro para recoger la imagen de la zona de los asientos traseros.

Con las grabaciones se podrá identificar claramente la identidad de los pasajeros así que los conductores tienen que cumplir «escrupulosamente» con la Ley de Protección de Datos, por lo que tienen que solicitar una licencia «individualizada» al ayuntamiento, por la que se paga entre «200 y 300 euros», además del coste de la cámara, que deberá grabar de forma continuada durante 24 horas.

Los dispositivos únicamente son de videovigilancia y no pueden registrar ningún tipo de sonido. Además, aquellos vehículos con estas cámaras tienen la obligación de indicar que se está grabando todo lo que sucede en el interior del coche, por lo que tienen que colocar una pegatina homologada e informativa en las puertas de acceso al vehículo.

Desde la asociación explicaron que se trata de una medida de seguridad disuasoria y preventiva que viene a sustituir a los antiguos mecanismos de seguridad, como las mamparas que separaban la parte trasera de la delantera y que muy pocos vehículos mantienen hoy en día. «Actualmente ya no se pueden instalar porque los coches llevan airbags laterales, así que se han empezado a colocar estas cámaras disuasorias», explicaron desde el colectivo.

Aunque Zaragoza no es una ciudad donde los taxistas se enfrenten a problemas con frecuencia, sí que se han producido situaciones desagradables y algún que otro atraco.

Desde la asociación aseguran que «es una ciudad muy tranquila si se compara con otras», pero admiten que los sábados y viernes por la noche tienen que lidiar con algún pasajero que se niega a pagar su recorrido.

INCIDENTES

Confiesan que desde que se denunció una presunta agresión por parte de un taxista a una joven durante las fiestas del Pilar en las inmediaciones del recinto ferial de Valdespartera, varios conductores han solicitado información sobre los costes y la normativa para colocar una cámara. «Si sucede algo es su palabra -por la del pasajero- contra la del taxista, así, en caso de que pase algo siempre se puede demostrar que no ha sido así», explican.

Además de las cámaras de videovigilancia del interior del vehículo, varios conductores han optado por instalar otras que graban el exterior de sus vehículos. En este caso no es necesario solicitar ninguna licencia. Según la asociación, existe un «vacío legal» a este respecto porque no está regulado.

En otros países, como Rusia, se trata de una práctica muy utilizada desde hace años también entre los conductores de vehículos privados ya que, de producirse un accidente o siniestro, la imagen grabada puede ser utilizada como prueba.