ALCORQUES DE TORRERO. Soy una vecina del barrio zaragozano que quisiera denunciar el mal estado en el que se encuentran los alcorques de diferentes calles del barrio. En la avenida América por ejemplo los alcorques tienen una profundidad de cerca de 15 centímetros. La calle es bastante estrecha y a nada que pase una silla de ruedas o de bebé, incluso un carrito de la compra, hay que tener cuidado de no meter el pie en el agujero. Donde se ubica una parada de autobús urbano también se sitúa un alcorque que ha causado varios tropezones a los usuarios del transporte. A mí, quienes más me preocupan son las personas mayores pero nadie hace nada para remediarlo. Los vecinos llevamos muchos años reivindicando que cubran esos espacios con tierra o con gravilla para evitar incidentes. Pero nadie responde. Hace cerca de medio año, los técnicos del Ayuntamiento de Zaragoza acondicionaron un alcorque, el situado frente a la iglesia San Francisco. ¿Por qué no arreglaron el resto? ¿Tanto cuesta la tierra? M. M. ZARAGOZABOLSAS DE BASURA EN LA CALLE. La educación de algunos ciudadanos es de vergüenza. ¿A quién se le ocurre dejar en plena calle sus basuras? En la calle Dato de Zaragoza resulta muy frecuente tropezar con bolsas de todo tipo en las aceras. Con suerte, los responsables de la limpieza las recogen y evitar que la calle quede hecha un asco. De lo contrario, todos los desperdicios terminan esparcidos por las aceras. Es lamentable. Puede que influya en estos comportamientos que a veces la calle amanece sin ningún contener y hay que acudir hasta la calle Hernán Cortés para depositar los desperdicios. Las actuaciones de los vecinos son totalmente condenables pero el Ayuntamiento de Zaragoza debería preocuparse de dotar a todas las calles de la ciudad de recipientes para que los ciudadanos pudieran contribuir en la recogida de residuos de forma cómoda. Puede que la solución fuera colocar contenedores grandes al final de la calle, que es muy estrecha, para evitar que estos recipientes aparecieran y desaparecieran.

BOLSAS DE BASURA EN LA CALLE. JUAN JOSE ABADIA. ZARAGOZA