UNA ENTRADA A ZARAGOZA. El tramo que conecta la avenida Madrid con el paseo María Agustín necesita un repaso. Siendo una de las entradas principales al centro de la ciudad, no entiendo cómo no se cuida. Por una parte, junto a la calzada, hay unas cuantas latas, botellas y bolsas esparcidas por el suelo. A nada que sople un poco de viento, esos desperdicios pueden interferir en el tráfico, pero parece que a nadie le importa. Por otra parte, los arbustos superan el metro de altura. La imagen que transmite este panorama es de dejadez. ANA SOLER. ZARAGOZACRUZANDO PASOS DE PEATONES. Me deja alucinado lo poco que se respeta los pasos de peatones. Yo, que soy conductor, procuro respetar siempre los pasos de cebra, más si quien va a cruzar la calle es un niño o un anciano. Y, ahora, que voy con mi hijo en la silla, veo la poca educación de la gente y los serios riesgos que eso entraña. Para mirar si viene algún coche, antes de asomar yo la cabeza, me veo obligado a sacar la parte delantera del carro de bebé. Y analizando cómo circula el personal, cualquier día me veo que ocurrirá una tragedia.

CRUZANDO PASOS DE PEATONES. A. L. ZARAGOZAEXCREMENTOS EN LA PLAZA DE LOS SITIOS. La plaza de los Sitios da asco. Ya apenas cabe un excremento de perro más. Y lo alarmante es que a diario se acercan hasta la plaza cientos de niños a jugar en la zona de juegos. Habría que endurecer las medidas para presionar a los dueños de las mascotas y conseguir que saquen a pasear a sus animales con bolsas de plástico.

EXCREMENTOS EN LA PLAZA DE LOS SITIOS. LUIS GONZALEZ. ZARAGOZALA PROTESTA ELECTORAL DE LOS MINUSVALIDOS. El que una persona en silla de ruedas mostrara el cartel "Yo no voto" frente al colegio electoral la Fundación San Valero deja entrever lo que nos queda por hacer todavía. Un buen momento para mostrar esa barrera. Y, a su vez, una triste y patética escena. A ver si los políticos se ponen las pilas de una vez por todas. Basta ya de tanta teoría. Es hora de que los ciudadanos veamos resultados prácticos.

LA PROTESTA ELECTORAL DE LOS MINUSVALIDOS. MARIA JESUS MARTINEZ. ZARAGOZA