ZONA NO ILUMINADA EN DOCTOR CERRADA. Soy una chica zaragozana que trabaja en una cafetería del Paseo Pamplona, y para regresar a mi casa he de caminar todas las noches por la calle Doctor Cerrada. El problema es que una zona de esta vía no está lo suficientemente iluminada; nada diría yo. Lo cierto es que es un gran inconveniente para los y las ciudadanas que como yo odian la oscuridad. Preferimos ver la ciudad iluminada. Algún día he salido de trabajar a altas horas de la madrugada, sobre las dos o las tres, y por las calles del centro no suele haber nadie. Tengo que reconocer que me da bastante miedo atravesar por la noche Doctor Cerrada, pero conozco a más gente en las mismas circunstancias que yo. Ruego al Ayuntamiento de Zaragoza que solucione de una vez por todas el alumbrado de la citada calle. Es un derecho de los ciudadanos el poder pasear con tranquilidad, y actualmente yo no puedo hacerlo por Doctor Cerrada. F. CALISTO ZARAGOZA

ALCANTARILLAS HUNDIDAS EN FERNANDO EL CATOLICO. Desde hace ya varias semanas, incluso meses, observo la misma imagen en el paseo de Fernando el Católico; dos alcantarillas hundidas, una de ellas con agujero incluído. La primera se encuentra un poco antes de la plaza de San Francisco, concretamente a la altura de la calle Bruno Solano, y corresponde al suministro eléctrico. Lo más probable es que si alguien va un poco despistado tropiece con la alcantarilla y bese el suelo. Pero si ésta es un peligro, todavía más la segunda. Se encuentra en Fernando el Católico con calle Marcial y su estado de conservación es penoso. Si con la primera alcantarilla existe el riesgo de sufrir un accidente, con ésta las probabilidades aumentan. Y es que hay un gran agujero en el asfalto que sujeta a la alcantarilla; el pie de los que como yo pasean a menudo por Fernando el Católico podría quedarse allí encallado. Por cierto, esta segunda alcantarilla corresponde al semáforo que hay justo al lado. Me gustaría ver arregladas ambas alcantarillas el próximo día que camine por el paseo de Fernando el Católico. RAMON M. ZARAGOZA