CONTENEDOR DESBORDADO. Tengo un bar cafetería en la calle San Vicente Mártir, en el número 16 y quiero quejarme por el contenedor de obras instalado en la acera de esta vía a causa de las reformas que se llevan a cabo en el interior del bloque. El contenedor está a rebosar y nadie lo vacía, y eso que las obras llevan paradas varios días. El olor que emana es insoportable, sobre todo en los días de calor, y la basura se acumula por dentro del contenedor, con colchones incluidos, pero también por fuera. Es una vergüenza. He llamado a la policía casi ya cuarenta veces, pero el problema sigue sin solucionarse. Me dicen que lo único que pueden hacer es ponerles una multa. No sé si lo han hecho, pero la basura sigue ahí. Encima, mi establecimiento tiene terraza en la acera y los clientes que preguntan que si no tomo medidas al respecto y claro que lo he hecho, pero sin obtener solución. Yo ofrezco un servicio y pago impuestos. Si yo tengo esas responsabilidades ¿dónde están las de ellos? Concretamente, el contenedor es de la empresa Espinosa. Considero que debería vaciar el contenedor. Y si estos días las obras están paradas entonces que se lo lleven y lo vuelvan a traer cuando reanuden las reformas. Esta situación es inaguantable. CELIA VELA. ZARAGOZA

SEMAFORO QUE DURA POCO. Soy una chica que trabaja hasta muy tarde y cuando vuelvo a casa lo hago en taxi. Vivo en la calle Santa Inés y paso por un semáforo que está entre Cereros y el paseo María Agustín. El problema es que, cuando se pone verde, dura unos 20 segundos, por lo que sólo pueden pasar unos tres o cuatro coches y se forman colas para poder llegar a los destinos. Pero esto no ha pasado siempre, porque los coches se han tenido que desviar hacia esas calles porque Santa Inés tenía antes dos entradas y ahora sólo cuenta con una. Tanto tiempo esperando sube el taxímetro y si no hay suerte, puede estar hasta 6 minutos esperando. Desde aquí pido que controlen el tiempo que está verde y rojo del semáforo para que el tráfico se agilice y se eviten estos incidentes. MONICA GARCIA. ZARAGOZA