APARCAR EN DOBLE FILA. Soy una vecina de la calle Vicente Berdusán y quiero quejarme por la cantidad de vehículos que aparcan en doble fila en esta vía. Hace apenas unos días fui a coger el coche y tenía otro aparcado delante, lo que me impedía salir por delante o detrás. Estuve esperando 20 minutos, pitando y preguntando por varios establecimientos sin que apareciera el dueño. Al final, un vecino de la calle me dió indicaciones para subirme a la acera y salir así del aparcamiento. Sin su ayuda no habría podido, por el riesgo para los peatones. Tener que llegar a estos extremos de subirme a la acera tras 20 minutos esperando sin que el dueño diera señales de vida me parece lamentable. No es la primera vez que me sucede. Ya en otra ocasión tuve también que recorrerme varios comercios y al final apareció el dueño en un bar, pero de la acera de enfrente, no junto a donde estaba su coche aparcado. En aquella ocasión llegué tarde a una reunión de trabajo por culpa de ese coche en doble fila. Esta última vez no me causó retrasos de trabajo, pero sí una pérdida total de tiempo. Creo que la gente tendría que mostrar un poco más de responsabilidad y civismo. Si tienen que dejar el coche en doble fila deben estar atentos a los pitidos o salir cada pocos minutos a echar un vistazo. Dejarlo aparcado de mala manera para irse a una cafetería me parece penoso y demuestra una falta total de respeto hacia los vecinos de esta calle. Tal vez la policía debería vigilar de cerca esta situación, para evitar incidentes como éstos. N. S. ZARAGOZA

PEATONES EN RANILLAS. Me parece poco adecuado que los peatones anden por medio del carril bici de la avenida de Ranillas. Si ya hay pocos carriles especiales para bicicletas en la ciudad y encima los ocupan inconscientemente algunos paseantes, entonces los ciclistas nos quedamos sin espacio para nosotros. Supongo que no lo hacen con mala intención, sino que simplemente no se dan cuenta, pero si están señalizados deberían prestarles atención y respetarlos. Además, los peatones ya tienen las aceras normales para ir por ellas. R. P. ZARAGOZA