PROBLEMAS DE COMUNICACION. Soy un vecino de Aljafarín, un pueblo de Zaragoza, y estoy harto de pedir explicaciones a la empresa líder de telefonía en nuestro país. En la zona en la que residimos, unos huertos de la localidad, no hay línea telefónica como en muchos lugares de la zona. Por ese motivo le hemos pedido a dicha empresa telefónica que, a falta de conexiones, nos faciliten un tipo de teléfono que no necesita de líneas, los llamados Prac. Sin embargo, y a pesar de que hemos insistido repetidamente durante este tiempo, ni siquiera hemos recibido una respuesta de rechazo de esta propuesta. Estamos cansados de tener que ir hasta el pueblo para utilizar las cabinas telefónicas cada vez que ocurre algo o queremos hablar con amigos y familiares, por eso nos gustaría que la empresa se hiciera cargo de esta situación y que se dieran cuenta de que realmente se necesita este servicio. Además, la actitud nos parece una incongruencia, cuando su publicidad está siempre relacionada con la comunicación. MARIANO PER LOPEZ. ALJAFARIN

SIN RESPETO A NADIE. Estoy más que indignada con la imagen a la que asistí el otro día en el autobús de la línea 35, la que hace el recorrido de Arrabal a Miralbueno. Estaba de pie en el bus y no había sitio en los asientos, aunque el vehículo no iba demasiado lleno. En una parada de La Romareda subió una mujer africana con un bebé de pocos meses en brazos. Al entrar, todo el mundo la miró pero nadie le cedió el asiento, a pesar de que había gente mayor, jóvenes y personas de mediana edad sentados. La joven tuvo que ir todo el trayecto de pie, aguantando los bandazos del bus y los empujones de los viajeros, que cada vez eran más numerosos, por lo que se empezó a poner nerviosa por si el bebé sufría algún daño. Así que ante tal situación, la chica se bajó después de dos paradas a esperar otro autobús que llegara menos lleno con el fin de poder sentarse y llevar un viaje tranquilo. La voz en off que insta a pasar a la parte trasera del bus debería recordar también que hay que ceder el asiento a ancianos, discapacitados y personas con bebé. MARIA PILAR D. L. ZARAGOZA