SILLON ABANDONADO. En el paseo Fernando el Católico, cerca de la plaza del Emperador Carlos V, hay un sillón roto en la acera que lleva más de dos días allí abandonado. No parece el lugar más adecuado para arrojarlo, ya que creo que existe un teléfono de recogida de muebles viejos. Los propios vecinos del edificio podrían llamar para que se lo llevaran de allí, aunque si no lo han hecho hasta ahora tal vez es que no les importa. A mí, que soy vecino del barrio aunque no de esa calle, me ha causado bastante mala impresión ver el mueble roto ahí tirado. G. T. ZARAGOZA

PROBLEMAS PARA APARCAR. El aparcamiento en el centro de Zaragoza está totalmente saturado. Resulta complicadísimo encontrar plazas libres. Creo que se ha llegado a un punto en el que hay que tender a otras formas de transporte para descongestionar un poco la situación. Ha habido días en que he estado casi 20 minutos buscando sitio libre y, claro, así se pierde muchísimo tiempo. Sin embargo, los autobuses actualmente dejan mucho que desear. A. L. ZARAGOZA

MOVILES EN EL COCHE. Parece mentira pero todavía hay muchísima gente que usa el móvil mientras conduce. Imagino que la policía hace controles suficientes, pero es imposible abarcar toda la población. A lo mejor hacen falta campañas publicitarias que se centren en este tema de los móviles, porque mi impresión personal es que es mucha la gente que habla por el teléfono mientras conduce. De hecho, a mí me ha pasado llamar por teléfono a alguna persona y que ésta me dijera que iba en el coche pero que podíamos seguir hablando. En esos casos yo cuelgo y les llamo más tarde. Creo que hace falta más presión social hacia las infracciones de las normas de circulación, porque el tema de los accidentes es suficientemente serio como para recriminar a los que hablan por el móvil conduciendo sin el aparato de manos libres. Desde los colegios habría que incidir en estos aspectos, ya que los jóvenes son los conductores del futuro y puesto que tienen tan interiorizado el hábito de hablar por el móvil deben aprender cuándo no se puede usar. J. L. ZARAGOZA