HARTA DE LA SUCIEDAD. Soy una vecina del barrio del Arrabal y estoy harta de la suciedad que hay por las calles. El otro día, cerca de la una de la madrugada, estaba en mi balcón tranquilamente fumando un cigarrillo y vi como unos hombres con una furgoneta grande depositaban un colchón y un tresillo en mitad de la calle y luego se iban tan tranquilos. El colchón, que por cierto estaba en muy mal estado, y el tresillo estuvieron dos días enteros en la zona de los contenedores, sin que los operarios de limpieza los retiraran. Al segundo día vinieron y se los llevaron, pero durante el tiempo que estuvieron en la calle, unos niños jugaron por las inmediaciones y dijeron que habían cogido piojos. Yo sinceramente creo que procedían de los enseres que dejaron abandonados esas personas en la calle. Me gustaría que alguien controlara este tipo de cosas, ya que creo que son muy molestas y además peligrosas. El ayuntamiento debería poner algún tipo de personas, aparte de la Policía Local, para que en los barrios hubiera más seguridad. PEPI L. M. ZARAGOZA

RUIDOS EN EL ROYO. Soy vecino de la zona conocida como el Royo, donde los jóvenes se reúnen para salir de fiesta en los bares de allí. Estoy harto de levantarme por la mañana y ver vómitos por las aceras y en los alcorques de los árboles, botellas vacías y paquetes de tabaco. Pero ese no es el único problema, ya que el ruido por las noches es insoportable. La música está demasiado alta y los gritos de los muchachos despiertan a mi mujer y mis dos hijas pequeñas, de 7 y 3 años, y luego tardan mucho en volverse a dormir. Esta pesadilla empieza el jueves y termina el domingo, en concreto son tres días los que deberíamos descansar y sin embargo hago más esfuerzos que nunca. Sé que no se deben cerrar los locales, porque sería injusto para los jóvenes -- además yo también he tenido su edad--, pero lo que deberían hacer es trasladar las zonas de marcha a lugares más alejados de las zonas habitadas, para que ellos estuvieran a gusto y nosotros pudiéramos disfrutar del fin de semana como debe ser: sin ruidos y con tranquilidad. MARIO M. M. ZARAGOZA