LIMPIEZA COMPLETA DE LAS CALLES. Si mal no recuerdo, el consistorio zaragozano propuso en su día un plan para realizar una limpieza completa en todas las calles de la ciudad dos veces al año. Se trataba de ir con un equipo completo para proceder a eliminar los chicles, las orinas, las colillas, total, dejar impolutos todos los rincones de la calle. Sin embargo, me parece que este plan ha caído en el olvido, aunque el nuevo equipo de Gobierno PSOE-CHA lo iba a recuperar, según propusieron. De momento, por mi calle, no ha pasado ese gran equipo de limpieza. Lo sé porque se suponía que cuando fueran a realizar esa limpieza, los vecinos tendríamos que retirar los vehículos. Yo, desde que escuché el plan, jamás he tenido que retirar mi vehículo. Tampoco se lo he oído decir a ninguna otra persona. Quisiera, de esta manera, recordar al actual equipo del Ayuntamiento de Zaragoza que entre sus promesas electorales se encontraba la puesta en práctica de este plan. Me parece que es una medida estupenda porque muchas calles de Zaragoza lo necesitan. Si no, fíjense en el paseo de Independencia: está plagada de chicles. Además, aprovecharía la ocasión para señalar que si alguna vez se pone en marcha esta iniciativa, convendría que todos pusiéramos un poco de nuestra parte para luego mantener limpia la ciudad. M. P. H. ZARAGOZA

PROPAGANDA EN LA PUERTA. Hace unos días me quejaba de que quienes dejan la propaganda en los portales no utilizan los buzones habilitados exclusivamente para ello. No es sólo que depositen la propaganda en los buzones o que la dejen tirada en el portal, la última estrategia que acabo de ver es que, en mi caso, la dejan en la puerta del portal. Esa puerta tiene unas verjas y las aprovechan para que la propaganda quede sujeta. Quizá los repartidores no sean conscientes de que mucha gente pasa por esa calle y que algunos gamberros cogen los papeles y terminan tirados en la calle. Para evitar estas escenas, insisto en que los repartidores depositen la propaganda en los buzones que los vecinos preparamos para la misma. JUAN JOSE SAN ROMAN. ZARAGOZA