UN PASEO POR LA ALJAFERIA. El domingo por la mañana me di un paseo por la Aljafería y me quedé asustada de lo mal cuidados que están algunos rincones de este espacio. Los jardines, por ejemplo, apenas tienen hierba y están plagados de excrementos caninos. Es gracioso, porque hay una señal en la que se prohibe que los perros paseen por la zona, pero este domingo, sin exagerar, había cerca de una docena, sueltos todos ellos. A mí me dan algo de miedo y reconozco que no paseé muy a gusto, pero no sé hasta qué punto esa señal tiene sentido. Estos animales también tienen derecho a dar un paseo y si los dueños los tienen sueltos será porque no hacen nada. Lo que me parece reprochable es que no recojan los excrementos caninos y que dejen todo el parque minado. Y eso que hay unos guardias de seguridad, pero ellos, a lo suyo. ADRIANA GARCIA. ZARAGOZA

CON LA VERDAD POR DELANTE. La medianoche del pasado viernes, cuando me encontraba circulando por la N-232 entre el Burgo de Ebro y Fuentes de Ebro me encontré con un accidente. Bueno, en realidad era un camión que se había salido de la vía y estaba cruzado en la calzada con lo cual no se podía circular por ese tramo. Hasta el lugar del accidente, a la altura de la urbanización Virgen de la Columna, se había desplazado una grúa para intentar retirar el vehículo sin conseguirlo. Cuando nos paró la Guardia Civil y preguntamos nos dijo que no había para más de media hora y nos advirtió que no saliéramos del vehículo. Después de una hora y media esperando la retención afectaba ya a unos cincuenta vehículos, y la gente, impaciente y nerviosa, empezó a salir de los coches. Cuando nos acercamos a ver como trabajaba la grúa y a preguntar para cuánto tiempo había, cuál fue nuestra sorpresa al ver que la grúa no hacia nada y que estaban intentando desmontar algunas piezas de la cabina, y alguien nos dijo que había para un par de horas más. Pues bien, ¿por qué no se nos dijo eso desde el principio? A lo mejor hubiéramos optado por dar media vuelta. Creo que se nos estuvo tomando el pelo. VICENTE PARRA. ZARAGOZA