Ruth González sube cada día a Huesca, en un coche compartido con otros compañeros de carrera, para cursar el grado de Magisterio de Primaria. "Hay que hacer todo lo posible por ahorrar y evitar gastos", apunta. A sus 22 años, se encuentra en el tercer año de universidad y asegura que "nunca" había tenido tanto retraso con el tema de las becas del Ministerio de Educación. "El año pasado, antes de Navidades ya tenía todo y este curso todavía estoy esperando", relata.

En su caso, la cuantía que todavía no ha recibido es la correspondiente a la parte variable de la ayuda. Aunque matiza que la parte fija tampoco se la entregaron con rapidez. "La recibí hace apenas una semana", dice Ruth. Respecto a la cantidad, afirma que la beca ha descendido. "Me dieron 1.500 en la parte fija, menos que el curso anterior. Está claro que la variable también será menor y no llegaré a los 3.000 euros del año pasado", explica.

González añade que su situación "no es drástica" como la de algún estudiante que tiene problemas para pagar a su casero, pero sí asegura que va "más apurada". "He tenido que ir tirando de la beca del año pasado y tratando de alargar el dinero. Lo peor es que ahora nos dan menos dinero y, encima, no sabes cuándo te va a llegar", añade la joven.

Además, González se muestra "molesta" con el ministerio, porque no le comunicaron que su solicitud estaba incompleta en un principio. "Me faltaban por entregar unos DNI y me dí cuenta, pero no me dijeron nada hasta que yo no lo avisé, así que me retrasaron el papeleo. Nos ponen plazos, pero son ellos los que están tardando una barbaridad en darnos las becas. Todo va a peor y la situación de la educación pública está muy mal".