La magistrada del Juzgado de Menores envió ayer al centro de reforma de Juslibol (Zaragoza) al joven que, tal y como adelantó EL PERIÓDICO, fue arrestado por su supuesta implicación en el crimen del joven argelino Sami Hamidi, cometido el pasado mes de noviembre en la calle Princesa de la capital aragonesa.

Con esta detención ya son tres los implicados, de diferente grado, investigados por el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior de Policía de Aragón. Aunque huyó a Huesca, el supuesto autor del asesinato, F. G., de 17 años y de nacionalidad española, fue localizado y capturado dos días después de los hechos.

Gracias a las cámaras de seguridad y a los testigos, la Policía pudo identificar a otros dos jóvenes que, supuestamente, dieron cobertura al principal encausado, alias Kiko, quien no dio su versión de los hechos.

Uno de los menores que, al parecer, dieron cobertura a Kiko manifestó que no sabía que hubiera una rencilla entre Sami y su agresor, en el sentido de que este, el pasado verano, recibió un golpe con un cinturón en las piernas cuando hablaba con la novia del fallecido y que fue propinado, al parecer, por la víctima.

Homicidios cree que F. G. y sus acompañantes se acercaron a Sami cuando estaba con varios amigos y su novia en la calle Dato, a las puertas de la discoteca Trópico. Intercambiaron unas palabras, y le agredió con un machete que no ha sido hallado. Está totalmente descartada cualquier tipo de relación con bandas latinas y cualquier tipo de rito de iniciación. La puñalada provocó un corte de medio centímetro en la femoral y, a pesar de que los primeros policías nacionales que llegaron a la zona, y los propios amigos de Sami, le hicieron un torniquete no pudieron detener la hemorragia que acabó provocándole la muerte en el hospital Clínico.