El aeropuerto de Zaragoza cerró el tercer trimestre con más de 346.000 pasajeros transportados. A pesar de las afecciones por los problemas de la compañía irlandesa de bajo coste Ryanair y de que finalizara el verano, y con él los vuelos chárter que dispararon las cifras el pasado verano, la pista de Garrapinillos mantuvo en septiembre la progresión ascendente que lleva experimentando en los últimos meses. Con 42.378 viajeros, un 16,1% más que el año pasado, y por debajo de los más de 50.000 de la campaña estival, la capital aragonesa afronta el futuro con optimismo, sobre todo de cara a un 2018 que estrenará dos nuevas conexiones de junio a octubre, operadas por Volotea. Concretamente, a Munich y Venecia.

En el acumulado de los nueve primeros meses del año contabiliza ya 346.007 pasajeros, un incremento del 5,6% con respecto al año pasado. Y a la espera de ver cómo se dan los meses de octubre, noviembre y diciembre, tiene muy cerca superar a final del ejercicio los 419.529 viajeros con los que concluyó el año pasado. Solo 73.522 le separan de esa barrera que superará fácilmente en el último trimestre.

No solo está casi garantizado por el promedio que mes a mes está registrando la pista aragonesa en el transporte de pasajeros, sino por los vuelos chárter que hay previstos para los próximos puentes festivos. Ayer mismo partía uno hacia Marrakech, un destino que ha vuelto a la parrilla de Zaragoza tras cuatro años de ausencia. Y en el puente de la Constitución otros seis destinos internacionales se ofertarán desde Zaragoza: Florencia, Berlín, Budapest-Praga, Lisboa, Malta, Bratislava-Viena, en distintos vuelos programados. En menor medida, contribuirán a cerrar el 2017 con mejores registros.