--¿Con qué ánimo afronta su sexto año en la Alcaldía?

--Con fuerza renovada. Con la ilusión del primer día, aunque con mucha más experiencia, e incluso con más ganas y muchas fuerzas para seguir trabajando con el objetivo de conseguir lo mejor para todos los ciudadanos de Caspe.

--¿Qué tal está funcionando el tripartito PSOE-CHA-PAR?

--Si ya al principio estaba segura de que podía funcionar, ahora estoy plenamente convencida, y la relación es muy buena. Somos partidos distintos, pero con la fuerza de la palabra y el diálogo estamos llegando a puntos de encuentro. La cuestión es trabajar. Cuando hay alguna cuestión en la que no estamos de acuerdo la discutimos, hablamos y consensuamos.

--¿Cuáles son los principales proyectos para este curso político?

--Los reflejados en el presupuesto. Lo más importante son las expropiaciones para los colectores, que es algo muy demandado por la sociedad caspolina desde hace muchos años. También la depuradora de aguas residuales, que está realizando el Gobierno aragonés con fondos de la UE. Al mismo tiempo, vamos a hacer una balsa para no cortar el suministro en caso de avería, que es impropio para estos tiempos. Y retomamos las obras de la residencia de tercera edad, de la que ya tenemos el proyecto para finalizarla, entre otras actuaciones.

--La afluencia masiva de temporeros generó tensión en primavera. ¿Cómo acabó la campaña y cómo está la situación ahora?

--Es un problema que tenemos encima de la mesa y que ha generado alguna situación un poco tensa, pero lo cierto es que hemos de vivir con la llegada de temporeros, dado que tenemos muchas fincas agrícolas en plena explotación que requieren mucha mano de obra. A todos nos cuesta un poco reconocer en la calle a gente que no vemos habitualmente, y eso crea algún pequeño problema. Pero muchos temporeros acaban quedándose en Caspe, por lo que la situación tiende a normalizarse con los meses. No obstante, desde la Delegación del Gobierno tenemos el compromiso de hacer reuniones preventivas, antes de las campañas, para paliar problemas.

--En materia de comunicación, el ferrocarril parece apagarse y hay carreteras, como la de Caspe a Mequinenza, que piden a gritos una actuación. ¿Se va a tomar alguna medida desde el ayuntamiento?

--Lo del ferrocarril lo vemos venir desde hace años. Pero no es un problema que afecta sólo a Caspe, sino que tiene dimensión provincial, regional e incluso nacional. Estamos viendo que la política de Renfe no es la que queremos, porque dicen que están modernizando la red de trenes pero a nosotros nos cierran estaciones. Las gestiones se han hecho siempre a través del Gobierno de Aragón y todo el pueblo está unido en esta lucha.

--¿Caspe crece ordenadamente?

--Nos preocupa que se esté dejando el Casco Antiguo para ir a vivir al extrarradio. Entre los proyectos que tenemos para este año está el Plan General de Ordenación Urbana con el fin de ordenar el crecimiento y dar opciones a acceder a una vivienda lo menos cara posible. Nuestra labor también debe pasar por conseguir que la gente que tiene casas en el casco urbano las mantenga en condiciones, o incluso que las ceda para que el ayuntamiento pueda actuar en zonas más abandonadas.

--¿La localidad está muy necesitada de nuevas empresas?

--La nuestra y todas. Paro no existe, pero eso no quita para que se necesite mejor empleo y oportunidades para los caspolinos. Todo depende de que tengamos buen suelo y comunicaciones. En este sentido, tenemos compromisos para que la demandada carretera de Bujaraloz sea puesta en condiciones, al igual que la parcheada carretera de Mequinenza. Estamos en gestiones con el Ministerio de Fomento para que se vuelvan a retomar obras tan necesarias e importantes.

--La ciudad destaca por su actividad cultural y deportiva. ¿Es consciente de la necesidad de mejorar equipamientos?

--Caspe tiene todos los servicios que puede tener, los máximos posibles. Cada vez tenemos más autonomía pero menos recursos y ayudas para suministrarla, por lo que el esfuerzo que hay que hacer es muy grande. Nuestra prioridad es tener buena educación, buena cultura y buena sanidad.

--¿Qué oferta turística puede ofrecer Caspe además del embalse?

--Lo más importante es nuestro patrimonio. No hemos sabido venderlo y ahora corregimos con un notable esfuerzo. En cuanto al Mar de Aragón, falta mucha infraestructura y para eso necesitamos a la iniciativa privada. En esta comunidad, además de nieve hay agua, pero precisamos apoyos para explotarla. También trabajamos para que la Expo nos beneficie. Si su lema es el agua, ¿qué mejor sitio que nuestro Mar de Aragón para disfrutar y divertirse con ella?.